Capítulo 7

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Aquel plástico que tenía en manos marcaba positivo, las dos rayitas rojas pintadas le indicaban que estaba embarazado por segunda vez a lo largo de su corta vida; sin embargo, tendría que ir a verificarlo con el médico tan pronto como pudiese.

A diferencia de su primer embarazo, esta vez sentía una felicidad inmensa recorrerle. No podía esperar a que SeHun llegase de trabajar y le comunicara tan emocionante noticia.

Estaba embarazado, de su perfecto novio, a quien amaba demasiado y le amaba a él también.

No tardó en ir con el médico esa misma tarde para comprobarlo antes de que su novio regresara, el médico lo felicitó por tener seis saludables semanas de embarazo. El pequeño HanSol lo acompañó y en cuanto supo que tendría un hermanito de abrazo a su vientre platicando con el que sería su hermanito, estaba ilusionado, tanto como BaekHyun.

Las cosas parecían haberse tranquilizado, ChanYeol le había dado el divorcio sin más a KyungSoo, una vez el de labios acorazonados confirmó el no estar en cinta, éste no dudó en tomar el primer autobús a Seúl para seguir su vida con la persona que creía amar. En cuanto al empresario, había regresado hace dos semanas a la ciudad para atender asuntos de su empresa, no obstante, no se sentían tranquilos aún. Si bien ChanYeol ya no le había amenazado de nuevo con su hijo, todavía debían tomar precauciones por cualquier cosa.

Estaban bien en la villa, SeHun le aseguraba que ahí estaban fuera de peligro, ya que ésta realmente le pertenecía a su padre y no al de ChanYeol.

HanSol ayudó a BaekHyun a prepararle una sorpresa a SeHun para darle las buenas nuevas. Una linda cena familiar con el platillo favorito de su amado novio y una pequeña caja amarilla adornada con un lazo en el centro de la mesa. El niño guardaba el secreto para su padre, él igual estaba emocionado y quería ver la reacción de su papi SeHun.

—Oh mi dios, ¿Qué es todo esto? — El de cabellera rubia que tanto amaba le preguntó mientras tomaba asiento, no sin antes saludarle con un beso corto en los labios y otro en la mejilla par el pequeño. —¿Estamos celebrando algo? ¿Hice algo bien?

Intentó bromear con esto último, pero viendo la cara sonriente de su amor (si es que podía sonreír aún más de lo que ya lo estaba haciendo) y de su bebé cubriéndose la boquita con sus dos manitas, le hizo reconsiderar lo que había dicho. Su sonrisa se esfumó y cambió su reacción por una de asombro.

—¿Acaso...? —El castaño bajo su sonrisa y no lo dejó continuar.

—Es mejor que comamos, se va a enfriar. —Inmediatamente el pequeño HanSol hizo caso a la señal de su madre y comenzó a comer también. El rubio solo se carcajeó porque le parecía cómica la situación.

Una vez terminaron de comer y charlaron un rato, SeHun decidió aventurarse y preguntar por aquella caja de regalo que se encontraba en el centro de la mesa y que le había llamado la atención desde el momento en que tomó asiento. Miró a sus dos amores y no pudo ignorar la cara de emoción de su pequeño hijo y una de nerviosismo de su amado. BaekHyun este día lucia diferente, con un brillo en los ojos que lo hizo dar un brinco en su corazón al llegar y mirarlo a los ojos, así como también lo hacía lucir más hermoso de lo que ya era. Ay, como amaba a ese castaño de sonrisa cuadrada.

—Y bien..., ¿me podrían decir a qué se debe toda esta cena y el regalo presente en el centro de la mesa?

Era demasiado obvio todo aquello, la cena, sus expresiones, tan solo el simple hecho de que BaekHyun no le hizo de cena el típico sándwich que era su especialidad de todos (o casi todos) los días. Sumándole que HanSol tenía esa mirada traviesa y tierna mientras se tapaba sus ojos con sus dos manitas mientras tomaba en mano aquella caja de regalo. Se sentía emocionado, tenía una corazonada que le decía que cualquier cosa que le tuvieran que decir con aquellas acciones iba a ser buena y llena de dicha.

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