Capítulo 02

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Se encontraba en el hospital observando a través del gran ventanal que daba hacía las cunas e incubadoras en donde reposaban bebés, unos recién nacidos y otros luchando por su salud. Así como es el caso de su pequeña SoHee quién había nacido a los siete meses de gestación debido a una amenaza de aborto.

Acaricio el cristal con añoranza, queriendo tomar en brazos a su bebé, su pequeño milagro, pero no pudiendo; su pequeña estaba mejor en la incubadora, protegiéndola y ayudándola a seguir en su recuperación.

-Buenos días, señor Do. ¿Qué lo trae tan temprano por aquí? - El ya conocido doctor le preguntó queriéndole hacer plática, pues él ya sabía a qué venía, el doctor Kim llevaba el caso de su bebita. - ¿Quiere cargarla?

El chico de labios en forma de corazón asintió frenéticamente. El doctor abrió la puerta dejándole ingresar a la sala donde se encontraban las cunas con bebés recién nacidos, las incubadoras se encontraban en el fondo, el doctor Kim le indicó colocarse una bata y un cubrebocas antes de entrar a las incubadoras.

-Ella está bien, muy bien diría yo. Es una pequeña guerrera. - El doctor le informó mientras la sacaba para dársela en sus brazos. Tan chiquita.

-Mi bebé, mi SoHee. - KyungSoo tan sólo la abrazaba como podía, con mucho cuidado.

La felicidad que sentía ahora mismo no la podía explicar, una pequeña lagrimita escapó de sus ojos, hacía tanto tiempo que deseaba tomar en brazos a su niña, pues cuando nació no la pudo ni ver al momento cuando ya estaba recibiendo atención médica.

- Estás tan chiquita, mi pequeña.

Con parsimonia acariciaba sobre el cobertor a su pequeña, temiendo lastimarla. Su pequeña SoHee ahora tenía dos meses de nacida y a pesar de que hace unas noches había llorado de frustración al enterarse de que su hija estaba sufriendo de una pulmonía, debido a que sus pulmones no se habían desarrollado correctamente, eran débiles. Ahora está feliz de que SoHee se encontraba estable.

-En unos días serás libre de llevártela a casa. - Habló el doctor Kim sacándolo de su burbuja en donde estaban sólo él y su hija. - Esta pequeña ha luchado para quedarse y su recompensa está por darse.

-Gracias, doctor. Yo no sé qué hubiera hecho si no encontraba al doctor indicado para tratar a mi niña.

El doctor sonrió sintiéndose lleno de ver al chico feliz, quién me hacía muecas a la bebe que lo miraba atento con esos grandes ojos que había heredado. Una enfermera se acercó al ojón pidiéndole entregar a la bebé, pues la podrían de vuelta en la incubadora.

-Por favor, dejémonos de formalismos. - El doctor Kim dijo amigable. -Kyung, deja de ignorarme. Nos conocemos de hace años, lo mejor sería tratarnos como amigos, como conocidos.

KyungSoo tan sólo suspiró dándole una última mirada a su hija, y un pequeño beso en su cabecita.

-Doctor Kim...

-JongIn, llámame JongIn. - Ambos ya se encontraban en uno de los pasillos del hospital, alejados de las habitaciones.

-Escucha bien por favor - Interrumpió el adorable chico. - Estoy casado ahora, con el padre de mi bebé y soy feliz con él.

El doctor sintió su corazón encogerse un poco cuando el contrario levanto su mano mostrando el anillo en el dedo anular izquierdo.

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