Capitulo 4: Entre las ramas.

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Escuchar las peroratas de sus hermanos fue una experiencia por demás frustrante. Todos parecían tener opiniones sobre lo que debería hacer a partir de entonces y por diferentes perspectivas todos también creían tener la razón.

Casi dos horas las paso en la sala escuchando las discusiones que los mayores libraban y muy en sus adentros tuvo que reconocer que todos tenían parte de razón.

Dick no mentía cuando mencionaba que aquello sería algo arriesgado y que lo mejor era ir presentándose de a poco ante la comunidad para que el revuelo fuera menos ("como si eso fuera posible" pensó cada vez más desanimado el omega), Jason tenía un punto al decir que los problemas no solo serían para ellos sino que la familia Kent se vería involucrada en todo ese embrollo que no era precisamente culpa de nadie y que lo mejor era dejarlos fuera del problema. Tim pensaba que no debía de existir problema si sencillamente decían que Jon y él salin ya que desde siempre solían estar juntos pero ¿era eso lo que Damian quería en verdad? ¿podía estar de esa forma junto a Jon?, no podía negar que disfruto mucho su primer celo compartido y que su compañía siempre le hacía sentir mejor pero aun era joven y sus sentimientos eran inexpertos en aquellos terrenos.

Suspiro sintiendo un nudo en los hombros que solo podía indicarle lo estresado que aquel asunto lo estaba poniendo. Se encerró en su habitación y permaneció ahí con las luces apagadas y sin hacer nada más que mirar la oscuridad de su hábitat hasta que un sonido de ramas quebrándose lo alereto. Se acercó a la fuente del alboroto y casi se cae de espaldas cuando de la espesura de un árbol cercano a su balcón los cabellos enredados de Jon lo asaltaron.
Aquel método de entrada lo tenían muy bien ensayado pues así solían entrar y salir a sus anchas sin el consentimiento del patriarca. Sus piernas se clavaron al suelo y un grito fue asesinado en su garganta pues lo último que necesitaba era alarmar a la comitiva que seguramente seguía discutiendo acaloradamente en la sala de su hogar.

Cuando Jon por fin brinco del árbol a la alta construcción y se encontró frente a Damian no hizo más que abrazarle; un grato aroma los envolvió y Dami se descubrió siendo partícipe de aquella hazaña.

-¿Qué demonios haces aquí Jonathan?- se separó con empujones pues el más alto no deseaba liberarle.

-Te extraño- le permitió soltarse y lo siguió muy de cercas al interior del cuarto- necesitamos hablar.

-¿De que podría ser?- lo miro retadoramente y no se amedrento ante aquella energía magnética que le gritaba que se volviera a abrazar al cuerpo de "su" alfa.

-Sabes perfectamente de que debemos hablar... comprendo lo que puede pasar si se sabe que... que estas marcado.

-Ah, sí?- le cuestiono socarrón, como si no le creyera.

-No soy estúpido Dami- no se molestó pero ahora le miraba con tanta intensidad que él mismo se sorprendió- al inicio no lo sabía pero ahora que mis padres hablaron conmigo entiendo el motivo; los supresores que inventó tu padre serán desacreditados.

-No solo eso Kent- trato de imprimir desdén en el nombre pero no supo si lo había conseguido o solo había sonado como un pavo a medio morir- la mínima igualdad de los omega se iría a la mierda y este asunto también provocaría problemas en la granja de tu familia.

-Podemos irnos de aquí- propuso bastante serio- ir a un lugar donde nadie nos conoces, iniciar de cero, tú y yo.

-¿Irnos? ¿A donde?- tantas intrigas. La idea era estúpida por sí sola y aun así Damian pareció esperar por escuchar más.

-A la costa, podemos iniciar una vida en los puertos- Jon narraba cada cosa con emoción, tal parecía que lo había planeado todo desde hace mucho- podemos comprar los boletos de tren y llegar, yo trabajaré en los muelles como marino y tú puedes dar clases de música a la gente del pueblo- rió quedamente- y lo mejor es que nadie nos conocerá ahí, podremos ser solo Damian y Jonathan sin estigmas, sin apellidos.

- ¿Y nuestras familias?

-No sería para siempre- aclaro- volveríamos cuando las cosas se calmen aquí... anda Damian- estiró la mano para que la sujetara- juntos podemos.

-Yo...

-Ahora- Jon cambió su seriedad por ansiedad y seguridad- podemos irnos ahora, hay una maleta con todo lo necesario esperándonos afuera... solo debemos apresurarnos y podremos alcanzar el tren de las 11, compre los boletos y...

-Jon- lo apresó entre sus brazos pues temía que terminara aquella oración- no lo haremos, no podemos.

-¿Por qué no?- correspondió el abrazo y aprovecho para aspirar el aroma dulzón- podemos ser felices... juntos.

-¿Qué hay de nuestros estudios? Jamás podrás ser ingeniero en aeronáutica.

-Puedo ser ingeniero naval- sonrió mientras observaba a Damian reír entrecortadamente- todo lo puedo si te quedas a mi lado.




Notas finales:

Hola bebés! Jajaja en mi último capítulo dije que actualizaría pronto but no lo hice... una disculpa, esta vez no prometeré nada porque soy un desastre en la vida.

En fin, sé que este capítulo fue demasiado corto pero es para afinar motores y quitarle el óxido a mis dedos. Espero que aún así lo disfruten y aún estén conmigo en esta historia.

Besitos.

EL FRUTO DEL PARAMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora