capitulo 3

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Katherine.

El nerviosismo me mataba desde lo más profundo de mi ser, no podía creerlo, él estaba parado ahí, se veía tan diferente, pero tan familiar.

Ya no era más ese pequeño niño de quijada dispareja, se había convertido en todo un hombrecito.

Me sentía atontada, esto era como una película de drama.

Scott:- ¿Kat?— hablo por primera vez.

Su voz salió temblorosa, muy aguda para mi gusto.

Katherine:- Hola, hermano.— sonreí, las lágrimas no tardaban en salir.

Él se quedó parado en frente mío, necesitaba un abrazo, era lo que más anhelaba en mi vida, volver a sentir el calor que el emanaba.

Ambos comenzamos a dar unos pasitos hasta que nos fundimos en un abrazo, escondi mi cara en su pecho, mientras que él solo besaba mi nuca.

Me sentía completa, me sentía en casa.

Katherine:- Te he extraño, Scott.— nos separamos.

Scott:- Y yo a ti, hermana.— revolvió mi cabello.

Mis lágrimas seguían deslizándose como una cascada, mi hermano se burlaba de mi por ser tan sentimental. Mamá nos miraba desde un costado, estaba bastante conmovida.

Melissa:- ¡Mis niños juntos, otra vez!— nos abrazó a ambos.

Katherine:- Es lindo estar en casa, de nuevo.— besé la mejilla de mi mamá.

Scott:- ¡Bienvenida!

Mamá se separó y nos sonrió a ambos, me seque mis lágrimas y golpee suavemente a mi hermano, él solo se reía de mí.

Katherine:- ¡Si te sigues riendo te golpeare!— amenace.

Scott:- ¿Con esas pequeñas manitas?— se burló.— Si, claro.

Enarque una ceja y golpee su estomago.

Melissa:- Mi turno empieza en unos minutos, debo irme.— hizo un puchero y se acercó a mi.—Me encantaría quedarme, hija.

Katherine:- Tranquila, mami.— besé su mejilla.— Es tu deber, ¡ve a salvar vidas!

Ella se despidió de nosotros y se marchó. Mire a mi hermano y ambos seguimos jugando, él me golpeaba despacio, temía que me lastimara.

Scott:- Okey. — dejo de reírse.— Ya probaste tu punto, no entendió como alguien tan pequeño como tú sea tan fuerte.

Katherine:- ¡Estereotipos!— rodé los ojos.—¿Me ayudas con esto?— señalé mis valijas.

Él enarco una ceja y luego rodó los ojos.

Scott:- ¡Y decías que eras fuerte!

Katherine:- Vete a la mierda.— rodee los ojos divertida.

Scott:- ¡Vocabulario, enana!— revolvió mi cabello.

Aleje su mano de un golpe y entre risas y bromas subimos a lo que era mi habitación, las cosas estaban como yo las había dejado, solo cambiaron mi cama y añadieron un ropero.

Había traído casi toda mi ropa, solo dejé la que no usaba en la casa de mi padre. Así tenía cosas que para no extrañarme, al igual que las fotos.

Cualquier fotos que tenía con mis amigos la dejé ahí, no las necesitaba. Estoy segura que haré nuevos amigos aquí, solo espero que sean los últimos que haga.

La Hermana De Scott MccallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora