Capitulo 10

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El humor de Harry había estado apagado desde que ella había llegado al bar.

______ se sentía terrible por no ser capaz de ponerse en contacto con él, frustrada con el autobús y el accidente de auto que la detuvo, irritada por quedar atrapada en la lluvia y que se empapara su vestido favorito. Cuando llegó, él había estado enojado, silencioso, meditabundo.

Oscuro y sexy, y sus ojos eran tan penetrantes que parecía como si pudiera ver a través de ella y no le gustara lo que encontró.

Eso dolió. También la hizo enojar, molestarse por haber desperdiciado su tiempo para reunirse con él cuando claramente no estaba entusiasmado con ella. Había estado lista para largarse, más que dispuesta para ir a casa y tomar una ducha caliente y luego acurrucarse en la cama. Curar sus heridas con un poco de mala cara y mucha decepción. Entonces él la atacó afuera del pequeño bar con un vigor apasionado que la había sorprendido.

Y la excitó. La forma en que la tocó, la besó y la desnudó, era diferente esta noche. Con más urgencia y casi ninguna delicadeza. Era cruda lujuria desenfrenada. Ella había pensado que había estado lujurioso antes. En comparación con esto, lo que estaba ocurriendo ahora, habían estado lejos de eso. Su polla se presionó con entusiasmo en su contra y ella se acercó a él pasando su mano sobre su erección que empujaba contra la cremallera de sus pantalones vaqueros. Sus dedos hurgaron, deshaciendo el botón y bajando el cierre y luego sumergiéndose, encontrando la carne caliente y sedosa, dura y empujando contra su palma.

-Jesús, ______. -Su voz era entrecortada, llena de urgente necesidad y ella lo acarició, sus propios pequeños gemidos llenaban el aire con cada lamida de la lengua de él alrededor de su pezón.

El estacionamiento estaba esencialmente vacío a pesar de que sabía que había unos cuantos autos aparcados en el interior. Cualquiera podría caminar cerca y verlos, y definitivamente escucharlos. Sus respiraciones jadeantes hacían eco contra las paredes de concreto sólido y no se necesitaba ser un genio para saber lo que estaban haciendo en el oscuro rincón.

-No deberíamos hacer esto aquí. -Cada palabra fue marcada por un jadeo ya que sus manos errantes estaban haciendo magia sobre su piel.

Él tiró de su falda hacia arriba, sus grandes manos llenas de delicada tela de punto suizo y encontró el contraste increíblemente sexy.

-Estamos haciendo esto aquí.

-Harry... -Él interrumpió su protesta con un dedo apoyado contra el centro de su boca, su expresión seria, el fondo dorado verdoso de sus ojos brillando en la luz tenue.

-Voy a follarte aquí y luego voy a llevarte a mi casa y vamos a follar toda la noche. ¿Entiendes? Quitó el dedo y ella asintió con la cabeza, su cabello rozando la superficie rugosa de la pared de hormigón.

Su tono demandante y las exigencias deberían haberla cabreado, especialmente con su ira irracional hacia ella antes, pero no. Todo eso sólo la excitó, la hizo quererlo aún más si eso era posible.

La idea de ser tomada por Harry con tanta fuerza en un maldito garaje, donde cualquiera podía verlos la encendía tremendamente Pensó en la lista de fantasías, en cómo tener sexo en un lugar público estaba en ella. Nunca lo había considerado, pero de nuevo, nunca antes había estado con Harry. Su piel se estremeció y sonrió, lista para adentrarse aún más.

-¿Tal vez deberíamos hacerlo en el auto? -Se mordió el labio inferior, sabiendo cuál sería su respuesta. Y no la defraudó.

-Mierda, no. Demasiado incómodo. -Estiró la mano tras él, tirando de su billetera y agarrando el condón que siempre parecía tener a mano. Era una buena cosa ya que siempre parecían tener sexo espontáneo en lugares inusuales.

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⏰ Última actualización: Jul 21, 2014 ⏰

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