Capítulo 8

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10 de abril de 1816

Estaba sentada en el jardín con mis hijos y la niñera, estaba aburrida, hacia un poco de calor aquel día, tenía ganas de ir al río, tal vez fuera a pasar el día a Winchester con mis padres, quería evitar quedarme a solas con Damien.

El día de ayer, habíamos cenado cada quien en su habitación, ninguno quiso bajar, y por la mañana, él desayunó temprano y se fue a ver a su amigo Greg, mientras yo me quedé sola.

Suspiré cansada. -Señora Beckett, hoy saldremos.

Vi sorpresa en sus ojos, pero no dijo nada. -Claro señora Becher, iré a preparar todo.

Agarré a la pequeña Aurore y ella a Elijah, y caminamos de regreso a la casa.

Subí las escaleras y fui al cuarto de los bebés donde los dejé a su cargo y fui a mi habitación a cambiarme, toqué la campana y minutos después estaba Alice en mi habitación.

-Señora Becher. -hizo una reverencia.

-Alice, hola, pensé que seguías enferma.

-Me he sentido mejor el día de hoy, y he decidido volver a trabajar. -dijo como siempre con una sonrisa en el rostro.

-Me alegra que te hayas recuperado.

-Gracias.

Nos acercamos al armario de donde sacó un vestido simple en color rosa palo y comenzó a vestirme.

Mientras me ayudaba a vestir, escuché un carruaje acercarse a la entrada.

-Espera. -Le dije a Alice, y me acerqué a la ventana donde vi que era el carruaje de la familia Becher, de donde se bajó el señor Williams. -Qué extraño.

Y Alice siguió vistiéndome.

Unos momentos después, ya estaba lista, me había hecho el peinado y me había colocado un collar a juego con unos pendientes sencillos, tenía pensado ir solo a Winchester y tal vez a caminar por el Hyde Park.

-Gracias, te veo luego. -le dije a Alice quien hizo una reverencia y se marchó.

Me levanté de mi lugar y fui al cuarto de los bebés, quienes ya estaban listos.

-Muy bien, es hora de irnos.

Tomé a Elijah en mis brazos y la niñera tomó a Aurore, quien estaba dormida.

-Hola pequeño, es hora de ir a pasear, será la primera vez que sales.
-hablé con cariño a mi bebé que sólo me observaba curioso.

Bajé las escaleras y vi que el carruaje aún estaba ahí, así que el señor Williams seguía aquí, detrás del de nosotras.

-Señora Beckett, vaya subiendo al carruaje, ya mismo voy.

-Con permiso, señora Becher.

Con el bebé en mis brazos, caminé por el pasillo de regreso a las escaleras, cuando escuché ruido en el estudio de Damien y una maldición. Abracé más al niño a mí y tratando de no hacer ruido, caminé por el pasillo al estudio de Damien, que tenía la puerta entrecerrada y se escuchaba alboroto.

Llegué y me asomé un poco, y pude ver cómo revisaba los cajones del escritorio de Damien buscando algo, lo que me extrañó, y luego se pasó a ver los papeles de su escritorio, pero después de un rato de buscar, se escuchó el caballo de Damien llegar, el señor Williams se apresuró en acomodar todo y yo me apresuré al final del pasillo, pero el señor Williams me vio.

-Señora Becher, que bueno es verla. -dijo con una cara de asombro.

-Señor Williams, pensé que se quedarían más tiempo con sus amigos.

Olvidar Mi Honor (D.M.H. 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora