El Demonio (Elsa x Reader) [Elsa Y Tú]

Capítulo 19

-¿Donde estoy? - pregunto al despertar.

Todo es de color blanco, no hay ningún objeto aquí, mi ropa cambió, también es blanca.

- Hola, ¿Hay alguien aquí?

Aquí… aquí … aquí - oigo mi propia voz en forma de eco.

- Que es esto, nunca imaginé que el más allá fuera así.

- Todavía no te encuentras en el paraíso (Y/N) - oigo una voz de mujer, pero no la puedo ver.

-¿Quién eres? - pregunto algo asustado.

- No tienes por que temer, mi nombre es Hilda y soy una valkiria - siento la voz de la mujer detrás de mí.

Al voltearme con susto, dislumbro a una mujer hermosa: de tes blanca, cabello negro y de figura escultural, luciendo un traje hecho completamente de plumas.

- ¿Qué estoy haciendo aquí? - le digo con curiosidad.

- Estoy aquí para llevarte, Odín me pidió personalmente guiarte a Valhalla.

- ¿Es en serio?, ¿Estaré con Odín?.

- Así es, disfrutarás de todos los placeres, y entrenarás hasta que la batalla final llegue.

Una visión viene a mí: como si pudiera ver mi cuerpo en Vardo, veo a todos llorando, tengo un nudo en la garganta al ver a Elsa sufrir de esa forma, abrazando mi frío cadáver con la esperanza de volver a verme una vez más.

- Eso se oye bien… pe… pero no podré aceptar su oferta - le digo balbuceando.

- ¿Qué dices? Todos los guerreros anhelan llegar a Valhalla, ¿Acaso estás dispuesto a rechazar tal oferta?.

- No es por ser descortés, pero no creo que esté listo, creo que fue una mala idea terminar con mi vida tan abruptamente, no estaría cómodo estando en ese lugar.

- Eres la primera persona quien ha manifestado no querer ir, no puedo dejarte aquí, no me dejas otra opción que llevarte al inframundo, es una lástima, Odín hizo una excepción contigo al considerarte para su ejército.

- Alto ahí Hilda - oigo la voz de Vördr.

- ¿Eres tú Vördr? - pregunta la mujer de cabello negro.

- Así es, y no dejaré que te lleves a (Y/N) al inframundo, él no se merece  esto - veo a Vördr emerger del suelo, está justo al lado mío usando el mismo atuendo que yo.

- ¿Que propones Vördr?.

- Llévame a mí - se para Vördr delante de ella con convicción.

-¿Por qué haces esto?, ¿Qué tiene este mortal para que decidas tomar esta decisión?.

- Lo conozco, tiene una vida larga por recorrer, será más un aporte en el mundo de los vivos que en este lugar.

- ¿Qué te hace pensar que aceptaré tu solicitud?.

- Necesitas un alma, en teoría yo soy una, no tengo cuerpo propio, además tienes la habilidad de devolver la vida, todos ganan.

- ¿Vördr que estás haciendo? - le pregunto preocupado - este problema es mío, yo debo afrontar las consecuencias.

- (Y/N), he estado contigo desde los 10 años, no eres como las otras víctimas que he tenido, eres diferente, necesitas volver al mundo de los mortales, Elsa te necesita, tus amigos te necesitan y tu futura descendencia necesita un padre a quien admirar y de quien aprender.

-  Vördr esto no es necesario, no debes hacer esto.

- Sí debo, soy tu espíritu guardián.

- Está bien Vördr, vendrás conmigo al inframundo, serán 9 días y 9 noches que recorrerás hasta llegar más allá del río Gjoll, no hay tiempo que perder.

- Fue un gusto compartir contigo (Y/N) - se acerca Vördr hacía mí - hubiera deseado que nuestra relación fuera más cercana.

- Lo fue amigo, me ayudaste a progresar durante toda mi infancia, si no fuera por tí jamás hubiera llegado vivo hasta Vardo, realmente fuiste un gran amigo, fuiste un hermano - le digo con  lágrimas saliendo de mis ojos.

Un fuerte abrazo se crea entre nosotros, un abrazo único, el abrazo que nunca le pude dar al capitán Enok antes de morir, que seguramente está compartiendo los placeres ofrecidos por Odín.

Vördr me separa y pronuncia sus últimas palabras:

- Cuida mucho de Elsa, es una buena mujer, hazla feliz, nunca encontrarás a alguien mejor que ella, créeme amigo.

Después de esto, retrocede algunos pasos, permitiendo que Hilda se acerque lentamente.

- Bien (Y/N), volverás al mundo de los vivos, espero que puedas aprovechar esta nueva oportunidad.

La mujer mueve sus manos, contra mi voluntad mis párpados se cierran y caigo abruptamente al suelo.