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CAPITULO DOS ❛JUSTO EN DONDE ME DEJASTE❜
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De todas las noticias que podía darle a su abuelo, ¿Por qué debía de ser ella la que tenía que decirle que su mejor amigo estaba con vida?
Había compartido noticias peores en el hospital, como el tener que decirle a una familia que habían perdido a uno de los hijos o buenas noticias como el decir que había logrado remover un tumor del cerebro de alguien. Era la primera vez que no tenía ni la menor idea de cómo soltar tremenda noticia sin que él se alterase. Era un hechicero, uno poderoso, pero eso jamás evitaría que sufriese de una reacción suficientemente fuerte como para matar a simples humanos. Una semana había pasado, una semana en donde había estado tratando de averiguar cómo soltarle la noticia. El capitán Rogers ya estaba descongelado, solo que ahora aguardaban a que despertara.
Era un sábado en la mañana, estuvo despierta toda la noche del viernes. Estuvo en cirugía y estuvo un par de horas antes peleando con Stephen Strange sobre quien debía de operar en el paciente que llegó con un trauma en la cabeza. Se encontraba de todas formas algo estresada y cuando salió de cirugía, ya eran las siete de la mañana. Había notado que había recibido una llamada por parte de Nick Fury, pero no le tomo mucha importancia, no hasta que observó que también tenía un mensaje por parte del agente Coulson indicando que era una emergencia y la necesitaban. Su cirugía en plena madrugada tal vez no era lo que ella había planeado, pero había atendido a uno de sus pacientes antes y no tendría que preocuparse de él por un tiempo. Tampoco por Stephen Strange. Pero el día de hoy, no estaba tan movida por haber salvado una vida como era usual. El tener que revelar algo tan grande como la noticia de Rogers la tenía muy estresada también. Tanto que no pudo comer algo de camino a S.H.I.E.L.D. Procuro saber cómo estaba Monroe con su niñera y aparentemente todo marchaba bien, ella había regresado a clases y eso la tenía agotada.
Sus abuelos todavía dormían, era fin de semana. Así que Brook se las arregló con el sueño solamente. La cafeína era suficiente.
Tenía un café en mano cuando entro a las instalaciones de S.H.I.E.L.D. y en su otra mano sostenía su bolso con sus pertenencias adentro. Varios agentes la veían de reojo al verla entrar, cosa que hizo que Brook se sintiera incómoda y también confundida.
