El Episodio Perdido De Mickey Mouse [ Creepypasta ]

441 49 25
                                    

Era de noche eran como las 12:30, Jugaba videojuegos con mi amigo, cuando le pregunté:


—¿Te interesaría ver Mickey Mouse Shorts?


A ambos, a pesar de ser jóvenes, nos encantaba aquella serie, y no es de extrañar que me respondiera:


—¡Por supuesto!


Tenía un disco de la serie, y, al insertarlo en el reproductor, empezó el capítulo.


El capítulo iniciaba con una pantalla en negro que duró unos cinco segundos, y apareció el título con un fondo rojizo y las letras negras. Una voz fría lo leyó, de fondo sonó una música de suspenso tenebrosa y macabra:


—Mickey, el asesino.


El capítulo comenzó con su música alegre de siempre; Mickey caminaba silbando, cuando vio a Goofy llorando. La animación era muy pobre. Note que las voces de los personajes eran diferentes a las mismas y estaba en castellano


—¿Qué te ocurre, Goofy?


—Nada, Mickey


—Si no te pasa nada, ¿por qué lloras? —Mickey hizo una pausa evidenciando que Goofy no tenía intenciones de responderle y suspiró—. ¿Por qué no vamos a mi casa? Allí estarás mejor.


Goofy asintió y se dirigieron hacia su casa. La escena cambió mostrándonos a Mickey charlando con una criatura cornuda imparpadeante y sonriente. Esta le dijo entre risas y escalofríos.


—Debes ser sádico como yo si quieres vivir eternamente.


Mickey aceptó sin pensarlo. La escena volvió a cambiar dejándonos observar a Goofy de espaldas y a Mickey acercándose con un cuchillo a sus espaldas. Goofy se giro y mickey lo comenzó a apuñalar brutal, el grito de goofy no sonaba de caricatura, se escuchaba muy realista no acto para ser un programa para niños; Mickey lo había apuñalado en la espalda. Retiró el cuchillo y lo volvió a acuchillar —esta vez en el rostro— para empezar a reír sadicamente como un demonio, la sangre era tan real que no pude contener. Se escuchaba de fondo una música horrible con gritos perturbadores de fondo.


La escena se tornó negra por unos segundos y, cuando cambió, nos mostró fotografías reales a intervalos que no daban la sensación de continuidad. Estas eran de un hombre disfrazado de Mickey en un lugar desconocido solamente iluminado con una bombilla, donde había apilado cadáveres en estado de descomposición y con mucha sangre muy realista. En las imágenes posteriores, la foto del hombre disfrazado de mickey nos miro fijamente. Por encima de las fotos, risas sádicas y una voz fría (como la del titulo del episodio) habían sido insertados:


—Ustedes serán los siguientes.


¿Era eso un programa para niños? Intenté quitar el disco, pero el reproductor no funcionaba.


Pasó una fotografía de una niña destripada con sus ojos colgantes. La escena volvió a ser animada; Mickey devoraba lo que parecían ser vísceras de los putrefactos cuerpos que lo rodeaban. Masticaba con la boca abierta provocando un asqueroso ruido. Se oían murmullos de fondo. La animación era de buena calidad. Al terminar de engullir los occisos, giró su cabeza hacia la cámara mirándonos fijamente a los dos; sonrió de par en par para, con sus ojos rojizos, entre risas demoníacas, dijo:


—Ya verán si se duermen; los torturaré en sus sueños.


La pantalla ennegreció y se ven letras en mayúsculas de color rojo sangre «Continuará» de fondo estaban los cadáveres de unas personas y sangre bastante realista, aparecen los créditos de color blanco y de fondo se escucha una música de piano extraña y perturbadora. ¿Así debe terminarse un episodio? Estaba demasiado atónito y furioso.


—¿Quien coño pudo hacer un programa para niños?


Mi amigo, que pareció ignorar lo que dije, palideció y dijo «El dolor verdadero jamás es revelado» se fue a la cocina y se clavo un cuchillo en la garganta, y yo grite horrorizado y lloraba descontroladamente que no pude aguantar. Eran las 3:00 de la madrugada, llame a la policía de inmediato, se llevaron el cadáver de mi amigo, le conté lo sucedido a un detective de la policía y el no me creyó sobre el episodio maldito, me culparon por homicidio y actualmente estoy cumpliendo mi sentencia.

Mundo del TerrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora