Seis Pasos Para Enamorarte

Preocúpate por sus cosas

Le contó a Tony lo sucedido en su cita.

El castaño estaba por hacerle una fiesta de "Despedida a la soltería" cuando terminó de relatarle todo. Desde las cosas que tuvo que hacer durante la cena, se arrepentía un poco porque el rubio no las captó y era vergonzoso; hasta el extraño juego en el parque, en el que obtuvo un gran avance.

No lo vio luego de tres días.

Estaba esperando a que el servicio de la veterinaria le regresaran a su bebé. Hacía un poco de viento pero tenía un buen abrigo y soportaba el clima bastante bien.

El rubio estaba entrando por la puerta principal del edifico con la mirada baja y las manos en los bolsillos de la chaqueta de cuero. Por su actitud sabía que algo malo pasaba.

- ¿Estás bien? -bien, ya empezaba mal. Tonta típica pregunta. Thor levantó la mirada.

- No es algo de lo que preocuparse -respondió con voz fría.

Así no llegaría a ningún lado, pero no podía irse. Le dedicó una última mirada y se acomodó mejor para seguir esperando, sus piernas estaban adoloridas de estar en la misma posición.

***

Estaba frente a la puerta de Thor, escuchaba los gemidos tristes del perrito y hasta ahora no tocaba el timbre, pero no quería incomodar.

Los gemidos pasaron y se volvieron pasos, y un fuerte golpe se escucho cerca- ¡Cama! -ordenó autoritario, se volvieron a escuchar gemidos tristes y la puerta se abrió, el rubio mostraba enfado en sus facciones- ¿En algún momento ibas a tocar el timbre?

Loki retrocedió con algo de miedo y confundido- lo estaba pensando.

- Pensaste demasiado ¿Qué quieres?

- Nada, olvídalo -se volteó enojado y fue directo al ascensor.

Mejor salía a relajarse antes de comenzar una pelea, porque él podía herir con palabras, su mejor arma era su voz. Lamentaba algunas veces eso pero no podía evitarlo, así era él aunque contradictorio, le gustaba eso, ganó muchas discusiones y tratos a lo largo de su vida gracias a ello.

Llegó al centro comercial caminando y paseó la mirada por las tiendas. Nada le producía mucho interés, ni siquiera algunos libros; estaba molesto y no lograba concentrarse. En serio detestaba estar así.

Sin mucho que hacer se sentó en una banca y cruzado de brazos vio la gente pasar.

- Perdóname -la voz detrás de él no le sorprendió, desde que salió se dio cuenta de que le seguía, pero no dijo nada- estoy frustrado y nada me sale bien así.

- También soy así -estaba dispuesto a escuchar y perdonar porque entendía lo que se sentía.

En silencio se levantó y caminó a la salida, acompañado de Thor que estaba a su lado sin decir nada también.

Llegando a su departamento, lo invitó sin palabras a entrar. Se sentaron en los sofás y el rubio habló- mi padre no confía lo suficiente en mí. Yo estaba haciendo unos planes para un caso y una manera en la que ganaríamos. Así mi padre sabría lo comprometido que estoy y él podría pasar mas tiempo con mamá.

Loki podía saber a dónde iba todo esto- ¿Qué planeabas hacer?

- Quería advertir a la parte contraria de ser testigo de mi parte, podemos ganar pero nos hace falta su presencia.

El moreno quería reír, sin duda era como un niño, no había duda- ¿Estás consiente de que es una idea extremista?

- ¡Pero era algo que puede hacerse! -recalcó, levantándose y golpeando sin querer las cosas de la mesa del centro.

Evitó que se cayeran un par de velas, eran sus favoritas con olor a canela- cálmate -se acercó lentamente y sostuvo sus brazos para evitar algún golpe innecesario- entiendo que estés molesto, pero debes tener la cabeza fría. ¿En algún momento analizaste los contra de tu idea?

No hubo respuesta, se sentaron otra vez y Thor lo abrazó de la cintura. Loki Se quedó quieto por la impresión de alguien tocándolo, no estaba acostumbrado a tener contacto con las personas; solía desagradarle y causaba ansiedad.

- ¿Te molesta? -el mayor también sentía su cuerpo tenso y no era correspondido.

Respiró profundo antes de hablar- no suelo... hacer estas cosas -trató de hablar claro pero no podía.

Thor entendió que tal vez fue demasiado rápido y se apartó lentamente, pero cogió su mano y la puso sobre su cabeza, se acomodó en su regazo y fue guiando en forma de caricias lentas- piensa que soy el gato.

Loki sonrió y siguió haciéndolo, era muy extraño pero a la vez reconfortante. Las hebras doradas eran suaves, brillaban aun con la poca luz de la habitación y en algún momento cerró los ojos relajado.

Cuando los volvió a abrir, sentía las piernas adormecidas y el cuello le dolía, bajó la vista y el gran niño seguía en la misma posición, con la respiración lenta y sonriendo. Él también disfrutaba de niño caricias de su madre, porque mostraban cariño y eso le gustaba.

- Thor -llamó moviéndolo despacio- despierta.

El aludido se removió para acomodarse, bostezó y abrió los ojos- podrías dejarme dormir un poco más.

- Si así fuera, probablemente tendrías que llevarme cargado, no siento mis piernas.

- No es inconveniente -respondió despreocupado, todavía sin levantarse- eres cómodo.

Le hizo reír- no sé si tomarlo como un alago -trató de empujar el pesado cuerpo- me tomas por tu almohada.

El mayor se levantó y Loki suspiró agradecido sintiendo el hormigueo en sus piernas, le tomaría unos instantes en poder levantarse. Thor estaba a su lado viendo la incomodidad que provocó- Lo lamento.

Loki sonrió y le miró- ¿Por qué?

- Por todo esto, sé que puedo perder el control a veces. Gracias por escucharme y no votarme cuando podías.

- Una disculpa y un agradecimiento al mismo tiempo, te estás superando -bromeó.

- Tal vez.

Tocaron la puerta y tuvo que ser Thor el que se levantó para atender. Un hombre de casi su porte, rubio y una barba algo mas espesa estaba con un regalo mediano en sus manos.

- Perdón, busco a Loki -se tomaron su tiempo para analizarse mejor y Thor sonrió.

- Está en la sala, yo ya me iba.

Miró a Loki que estaba confundido y con el ceño fruncido se abrió paso a su departamento.

- ¿Ese es tu vecino? -preguntó Steve confundido por la actitud del otro- no es muy educado.

El azabache no dijo nada y dejó caer su cabeza en el respaldar de su asiento.