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El día pasaba muy lentamente, tanto que parecía que el viento casi no soplaba, que las hojas de los árboles no se movían, y lo único que se escucha es el sonido de las respiraciones a través del aire.

ㅡ Iso-...Yū, ¿Quieres...hacer algo? ㅡle preguntó un desganado Hiroto, acostado en la cama de su difunta pareja, con ambas manos detrás de su cabeza y los ojos débilmente cerrados, como si no pudiese dormir o en todo caso, estuviese reteniendo las ganas de hacerlo.

ㅡ...No sé...¿Qué te gustaría hacer? ㅡindagó, revisando uno de sus tantos mangas, acostado al lado derecho de su novio, se lo veía observando la portada con suma atención, como si buscase algún error en la ilustración.

ㅡNada en especial ¿Y tú?

ㅡ...Podríamos ir al cine...ㅡsugirió luego de meditar su pregunta unos momentos en un total silencio, otorgándole finalmente una cálida sonrisa, mientras sus miradas se encontraban nuevamente. Y cuando el castaño se levantó de la cama, automáticamente fue detenido por una repentina fuerza ejercida sobre su muñeca que le impedía avanzar.

ㅡNo te vayas...ㅡmusitó el chico, tirando levemente de su muñeca, indicando que volviese a sentarse junto a él.

ㅡSólo voy al baño...ya vuelvo...ㅡle explicó con el tono más dulce que pudo ofrecerle en ese momento, pues la necesidad de ir al baño no estaba siendo exactamente muy paciente con el joven, por lo que terminó soltándose de su agarre de la manera más suave y se alejó por la habitación.

Muy aburrido y solitario, tal y como esa tarde en la casa de Yuma, exceptuando el hecho de que justamente no estaba del todo solo, estaba con su tarde triste y gris, ah, y con su pareja en el cuarto de baño, como no. Maehara observaba los estrenos de uno de los tantos cines cercanos a la zona con ayuda de su celular, que reflejaba el brillo de la pantalla en su apagado rostro. Uno de esos estrenos en específico llamó su atención, era uno sobre la película del antiguo héroe ficticio de Isogai. Un gran ídolo del pasado, qué nostalgia.

Pensar en cómo era su tierno novio haciendo pucheros y rogándole infinitamente para que le comprara la mercancía oficial relacionada con aquel héroe le provocó una ligera risa, que de no ser por estar así de pensativo, el haber escuchado ese seco eco resonar le habría entristecido un poco. Inevitablemente las personas crecen y comienzan a hablar sobre cosas como "madurar", pero a él realmente no le interesaban en ese momento justo de su vida, pero lástima que su pareja parecía cada vez más abrumado por el simple hecho de no sentir que estaba siendo él mismo. Ya no chillaba cuando se topaba con una de esas grandes tiendas internacionales que vendían todo tipo de productos de cosas que ahora ya no le interesaban tanto, ni intentaba esconderse inútilmente de otros fanáticos con deseos de relacionarse un poco con él tras compartir gustos.

Después de reflexionar un momento, recordó que él también solía tener un héroe ficticio, sólo que el suyo no ganaba la mayoría de las peleas, por tanto no tenía que compartirlo con nadie, el suyo no poseía un poder especial y tampoco era intensamente querido por nadie. El suyo era común, el suyo era una persona normal. En una de las tantas series animadas que había visto a lo largo de su feliz niñez, una le había llamado la atención incluso más que las otras. Se trataba de como las personas, haciendo pequeñas cosas, ya podían aportar algo para alguna cuestión.

A lo mejor el coraje que tenía ese personaje como para revelarse contra todo pronóstico a pesar de no ser alguien especial era lo que tanto lo hacía de admirar para el rubio. Era realmente alguien genial.

Esa esencia era la que lo hacía un héroe. Su héroe.

Volvió a reír, pero ahora al recordar su propia incompetencia, pues como todo niño, sus momentos de fanatismo a lo mejor no eran muy dichosos para el perfil que estaba llevando exactamente esos días. Se devolvió a sí mismo a la realidad, preguntándose si a su pareja le interesaría ver esa película, a pesar de no haber estado muy al pendiente de lo que tuviera relativamente que ver con sus fantasías, creía que no estaba mal la idea de volver al mundo de la imaginación al menos por una hora y un par de minutos.

【Secret 】 (MaeIso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora