Capitulo 3: Sentimientos.

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Pov Raven.

Seguimos desayunando en calma. Después de todo el alboroto ocasionado por la llegada de Damián y esa chica de nombre Maya. Todos estaban comiendo e intercambiando uno que otro comentario a excepción de Dick y yo, Dick porque estaba muy ocupado llenándose de comida, y yo porque estaba más concentrada en estabilizar mis emociones. La llegada de Damián me descontrolo completamente, la oleada de emociones vino cuando Kara y Kori se acercaron para recibirlo, para mi sorpresa Damián les correspondió animosamente, y para terminar la aparición de la chica que se hacía llamar su novia. Para mí todo eso fue como un balde de agua helada, por un momento quede con la mente en blanco y no reaccione hasta que pude ver a Damián y Jon peleando, por reflejo los detuve, pero entonces la chica que venía con Damián me hizo dejarlos, después de eso solo me dedique a tranquilizarme, mientras observaba la animada platica de los demás. Kori, Tara y la chica platicaban entre ellas, mientras que los chicos Gar, Jaime, Jon y Damián conversaban de otro tema, y por último Kara, que se dedicaba a coquetear con Damián. Él se veía contento, riendo con los chicos y correspondiendo los coqueteos de Kara. Yo por fin había podido controlar mis emociones, pero hasta cierto punto seguía en shock, el hombre que tenía enfrente de mí se parecía a Damián, pero su forma de actuar era muy diferente.

"¿qué tanto había cambiado todo en estos años de ausencia?"

Ahora me sentía como una extraña entre la gente que llegue a considerar una familia.

Pasaron algunas horas hasta que todos se comenzaron a dispersar para realizar sus pendientes. Kori les ofreció a Damián y a su novia que descansaran y tomaran una ducha en las habitaciones que había para ellos, por lo cual ambos se fueron, quedando solamente Kori, Dick y yo.

-si desean ustedes también pueden asearse, yo debo de checar la información que Batman me envió-

-un baño no me vendría mal, ¿Qué hay de ti nena?-

-estoy bien-

-de acuerdo, si alguien me necesita estaré en la sala de computadoras-

-te veo en un rato nena- Fue lo que me dijo Dick antes de irse junto con Kori.

Sin más que hacer regrese a la barra de la cocina para prepararme un té, eso tal vez ayudaría a calmar mis ideas. En lo que el agua se calentaba fui a mi habitación para buscar la cajetilla de cigarrillos que tenía en mi bolso, regrese justo a tiempo para apagar la parrilla donde estaba la tetera, termine de preparar el té y me fui a sentar al sillón, deje la taza en el reposabrazos del sillón y encendí uno de mis cigarrillos. Definitivamente era lo que necesitaba, relajarme, ya que algo me decía que no tendría otra oportunidad de relajación mientras estuviera en esta misión.

De repente a mi cabeza vino la imagen de Damián, el verlo sonreír y convivir con el resto me provoco cierto sentimiento de alegría y alivio. Saber que después de todo lo que paso él estaba bien, él se veía más vivo que nunca. Antes, cuando éramos un equipo, el transmitía sentimientos de rencor, ira, violencia, arrogancia y dolor. Yo me acerque a él porque quería aliviar todo ese dolor y sufrimiento que había en él, pero en su lugar solo conseguí lastimarlo más y lastimarme a mí también. Y ahora parecía que todo eso había desaparecido en cuanto yo me aleje de él, bueno al menos me alegra saber que uno de los dos es feliz.

Mientras pensaba en eso, una lágrima traicionera salió de mi ojo recorriendo mi mejilla, la quite con mi mano, no tenía derecho de lamentarme.

Me alegraba por él. Pero la chica de nombre Maya es otra historia, no pude percibir ninguna energía negativa de su parte, pero había algo en ella que no me agradaba.

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