Prólogo.

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Peter, sintiéndose mal de ver como todos los otros niños eran adoptados y él era olvidado, se refugió en la habitación que compartía con más niños.

—¿Peter? —Wanda, su amiga en aquel orfanato, le habló. Él simplemente se encogió más en la pequeña cama—. ¿Estás bien?

—No —la voz de él sonaba quebrada—. No me siento bien, Wanda. Ya no quiero estar aquí. Lo único que quiero es tener una familia. A mi familia. —Las lágrimas rodaron por sus mejillas, Wanda se acercó y lo abrazó, como siempre que él la necesitaba—. Quiero a mis tíos y a mis padres, los extraño mucho Wanda.

Extrañaba mucho a sus tíos, hacía dos años habían fallecido, y los necesitaba más que nunca.

—Tranquilo, Peter —la voz de Wanda era suave y dulce, le hablaba igual como cuando los más grandes se burlaban de él o le insultaban—. Yo sé que los extrañas, pero tienes que ser fuerte por ellos, ellos hubiesen querido que estés bien —Wanda lo alentó— y ya veras que pronto tendrás una familia. Pero mientras pasa eso, yo estaré siempre para ti.

Él no dijo nada, pero sabía que no era así. Había escuchado a Maria, la directora del orfanato, hablar con una pareja que quería adoptar a Wanda y Pietro. Peter era lo suficientemente inteligente como para saber que jamás los volvería a ver a ambos.

—Lo sé —sin embargo no era nadie para darle esa noticia a su amiga en ese momento, sabía que por él Wanda y Pietro eran capaces de rechazar muchas cosas.
Y él lo único que quería era que fueran felices.

Así que se permitió llorar todo lo que pudo en brazos de su amiga. Después de todo, podía ser la última vez.

*

Peter despertó exaltado y con la respiración entrecortada, odiaba ese tipo de sueños —o, más bien, recuerdos— que tenía. Lo único que quería era olvidar el dolor que había pasado y ese tipo de sueños lo que hacía era recordárselo.

Decidido a hacer como si jamás hubiese soñado algo, se encaminó al baño para darse una larga y relajante ducha.

deѕeo insaciable ⸙ starkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora