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Karin miro a su alrededor. Estuvo tan absorta en su lectura que no se dio cuenta que pasaba alrededor. Busco con su mirada a sus compañeros, pero no estaban. Jugo y Suigetsu, al parecer, habían salido. Solo estaba Sasuke, sentado en un puf, mirándola.
Ella aparto la vista, sonrosada. Incomoda por estar siendo observada tan detalladamente.
― ¿Dónde están esos idiotas? ―Pregunto y su voz sonó más brusca de lo que pretendía. Por dentro estaba gritando desenfrenada.
«¡Esta es mi maldita oportunidad!»
―fueron a conseguir suministros ―Respondió Sasuke, pero Karin no lo escucho. Estaba muy ocupada pensando su siguiente movimiento.
¿Cómo podía seducirlo?
Tirarse encima no funcionaba con él, ya lo había intentado. No iba a dejar que le volviera a herir el orgullo. Tenía que ser algo que funcionara, un movimiento seguro.
Pero qué...
Miro su alrededor buscando una excusa. Algo que hiciera que pudiera acercarse y seducirlo con algo más de sutileza.
Entonces se levantó con cuidado pues estaba sentada en el suelo y llevaba vestido. A veces, cuando estaba taka completo olvidaba que era mujer, pero eso no pasaba cuando estaba con Sasuke. Entonces era consciente de su feminidad. Como ahora.
Desesperada porque no tenía una idea, agarro lo primero que encontró. Un esmalte.
―¿M-Me ayudas? ―Pregunto maldiciéndose por tartamudear.
Él levanto ligeramente una ceja ― ¿A qué?
―A pintarme las uñas.
Sasuke dudo y ella aprovecho su oportunidad. Se acercó a él y lo forzó a hacerle un lugar en el puf, quedando sentada entre las piernas de él.
Sasuke no dijo nada, no sabía cómo reaccionar al descaro de la pelirroja. Nunca sabría cómo reaccionar con ella.
La pelirroja tomo el silencio como consentimiento.
― yo te enseño ―dijo recostándose sobre él. Disfrutando el contacto.
Iba hacer que se acostumbre a ella. Luego lo enamoraría.
