¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Kakashi:
—¿Qué haces? -pregunté confundido por sus acciones.
—Esto -dijo y me beso, tomándome por sorpresa.
Tanto así que tarde en corresponderle el beso.
Ella empezó a quitarme el chaleco que llevaba puesto.
Oh vaya, ya sabe cuál es su propósito. Terminamos de besarnos para poder respirar.
Ella me acostó en la cama y quitó mis zapatos, para luego quitarse su short, su blusa y sus tenis, quedando sólo en ropa interior ante mis ojos.
Se sentó en mí, poniendo sus piernas a los lados de mi cadera.
Me volvió a besar, para después empezar a quitar mi camisa, mientras yo quitaba su bracier.
Cuando al fin pude quitar el maldito broche, acune con mis manos sus grandes y redondos pechos, pase mi pulgar por sus pezones, y los pellizque un poco, cosa que causó que se endurecieran.
Ella término de quitarme la camisa y la tiró al piso.
Nozomi fue dejando besos en todo mi abdomen, hasta llegar a la frontera de mis pantalones.
Quitó el botón de mis pantalones y bajo el cierre de este, dejando ver mi bóxer negro.
Ella bajo mis pantalones por completo, ahora estábamos los dos en las mismas condiciones: Sólo con la parte inferior cubierta.
Nos volvimos a besar, un beso desesperado, lleno de lujuria y deseo.
En la habitación sólo se escuchaba nuestras respiraciones aceleradas.
Nozomi bajo las manos hasta mis bóxer y los quitó.
Ella tomo mi miembro erecto con su mano derecha y empezó a masajearlo, pasaba su lengua a lo largo de mi miembro.
Y no pude evitar gemir cuando sentí que metía la punta de mi miembro en su boca.
Ella siguió masturbándome, hasta que llegué a mi liberación, grite y sentí como su boca se llenaba con mi semen.
Le seguí masajeando los pechos, mientras nos besamos.
Hasta que estuve lo suficiente excitado otra vez para continuar. Nos dimos vuelta, quedando está vez yo arriba de ella.
