El cazador se agachó para que la luz de las farolas no le alumbrase, la persona a la que seguía se encontraba a unos metros por debajo de él. Esa persona era una chica de unos 15 años de pelo corto y negro, de 1'65 metros y atlética. La viva imagen de la adolescencia. Pero esa no era una chica normal, o eso es lo que había demostrado hacía poco, cuando el cazador detectó una gran señal del "Don" saliendo de ella. Pero no había logrado demostrarlo, aunque sí que había obtenido permiso del Consejo para seguirla durante una semana para demostrar su teoría.
Y así había acabado siguiéndola hasta la entrada de ese parque...
~~ • ~~¡Maldición!-. Pensó el cazador.-Ahora toca bajar y seguirla a nivel de calle. Diciendo esto, bajó del edificio a la velocidad del rayo, y cuando llegó a la calle cambió su vestimenta negra de cazador a ropa normal, un conjunto básico de vaqueros, camisa blanca y zapatillas blancas y se adentró en el parque detrás de la chica.
En cuanto entró se dió cuenta de que había perdido el rastro de la chica.
Maldiciendo entre dientes se adentró a toda velocidad con la esperanza de encontrarla. No tuvo que buscar mucho. Al poco rato escuchó un grito, y echó a correr en dirección al sonido.
La chica estaba tendida en el suelo con una marca de arañazo en el brazo, la rodeaban tres figuras humanoides grotescas. Para cualquier otro ser humano, parecerían personas normales, aunque no te gustaría cruzarte con ellas, pero para la chica y para el cazador, esas criaturas tenían el aspecto de un cruce entre murciélago y humano, con forma humana, orejas y nariz de murciélago, unos dientes afilados, y unas garras al final de los dedos, los "esclavos de la oscuridad" eran de las criaturas más desafortunadas del mundo de las sombras. Pero su precario aspecto físico no les eximía de tener una fuerza y velocidad que les hacía muy peligrosos en grupos.
Bueno.
Peligrosos si no eres un cazador.
Este cazador, volviendo a cambiar su ropa de calle a su túnica negra de cazador, desenvainó sus kukris de hoja forjada con plata y se plantó enmedio de las criaturas.Levantó las armas y se preparó para luchar.
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Luz y oscuridad, ambos iguales, ambos distintos
AdventureEn un mundo como el de hoy, en cualquier día, en una ciudad cualquiera, hay hombres, y no tan hombres, que procuran que tú no sepas la realidad.