Capítulo 1

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Destrozada. Eso estaba. Miles de promesas, planes para el futuro rotas. En menos de solo un minuto. Tal vez había sido una tonta, una ingenua, una estúpida. Pero ¿Ahora que? ¿Que podía hacer?. Ya no iba a estar llorando mas. Lo había hecho dos días enteros queriendo renunciar a su vida. Pero tenía algo que la hacia seguir aquí.

-Mami, ¿Porque sigues llorando?–su hijo de tan solo 5 años, y actualmente la luz de su vida.

-No estoy llorando amor.–dijo con la voz entrecortada y se secó las lágrimas que corrían por su rostro.

-Mami, ¿Te puedo preguntar algo?

-Si, cariño, dime.

-¿Donde esta mamá?– esa pregunta hizo que Regina se estremeciera, ¿Que le podía decir a un niño de 5 años? Para el su otra madre es su heroína.

Flashback

Regina llegó a casa después de haber ido al supermercado para la gran cena que tenían hoy. Los viernes siempre acostumbraban ir a cenar a la casa de los padres de su esposa, Emma.

-Amor ¿Estas en casa?-dijo y dejó las bolsas en las repisas de la cocina.

Fue a la sala y un papel blanco en la mesa de la lámpara llamo su atención. Se acercó a donde estaba esta y la leyó.

"No puedo seguir mas con esto Gina, lo siento mucho, es demasiado. Adios -Emma"

La nota cayo al suelo y Regina subió las escaleras corriendo en toda la casa no había existencia de Emma como si ella nunca hubiera existido en su vida, de hecho eso era lo que la morena quería en ese momento.

Fin de Flashback.

-Mami ¿Me escuchaste?-insistió el niño.

-Lo siento amor, no escuche. ¿Que decias?

-Decía si mamá volverá pronto de su viaje 

-Claro cariño, ahora ve y alista tus cosas te dejare en la casa de la abuela.-no sabía que mas decirle.

-Si mami.–dijo y subió las escaleras corriendo .

Ese pequeño era la luz de sus ojos. Tenia el cabello castaño, aun recordaba como se entero que estaba embarazada, fue mediante inseminación artificial, lo habían intentado dos veces, pero solo funciono a la segunda. Ese pequeño era su Henry.
Regina estaba cansada de haber llorado todo este tiempo, de haber derramado lagrimas, y pensaba que ahora, tal vez, Emma este feliz con una de sus miles de mujeres que siempre tuvo detrás pero sabia que no engañaba a nadie la amó y ama demasiado, le dolió lo que la rubia le hizo.  

 -Bueno, bueno. Mira quienes están aquí.–dijo Cora, la madre de la morena abriendo la puerta de su mansión.

-Abuela–dijo Henry y saltó a sus brazos.

-Hola Mamá.

-¿Como estás Gina? ¿Pasas?

-Bien, gracias, y no, tengo que ir a hacer algunas cosas.-contestó rápidamente.

-Gina, hija. ¿Puedo preguntarte algo?-tenia miedo de preguntar algo que lastimara a su hija.

-Si claro, dime.-dijo temiendo por lo que su madre quería preguntarle.

-Henry. ¿Porque no vas donde el abuelo y le pides un dulce?

-¿Dulces? Ya mismo voy.-dijo y salio corriendo hacia la sala de la mansión.

-¿Todo esta bien con Emma?–cada vez que alguien decía su nombre, una descarga eléctrica pasaba por su cuerpo y la hacia poner nerviosa.

Regina no se lo había contado a nadie, ni siquiera a su mejor amiga o a su hermana, nadie sabia que Emma la había dejado. Y prefería mantenerlo así hasta saber como lidiar con las personas, especialmente con su familia.

-Ah. ¿Por que la pregunta?

-Hace mucho tiempo que no la veo, solo por eso.

-Ah, si es por eso tranquila. Debo irme mamá.-quería salir de ahí cuanto antes.

-Gina.

-¿Que? Dime.

-Piensa bien las cosas antes de hacerlas, la empresa de tu padre depende de las Corporaciones Swan y lo sabes.-dijo con advertencia. 

-Tranquila mamá, no tienes porque recordarmelo.

-Solo te digo, que te vaya bien hija.–dijo y con un movimiento de manos se metió a su gran mansión.

Subió a su auto, eso fue una advertencia, ya saben, dicen que las madres saben todo sobre sus hijos con una sola mirada. ¿Acaso su madre que piensa que va a hacer? Regina sabia perfectamente que la empresa de su padre dependía mucho de la empresa de la familia Swan. La mayoría de inversionistas de la empresa de su padre tenían la mayoría de acciones.

Estacionó el auto enfrente de la boutique "París". Nombre muy original ¿No? Entró a esta y ahí estaba la dueña de la boutique y su mejor amiga, Ruby.

-¿Gina? ¿Que haces aquí?-dijo su amiga sorprendida.

-¿Que? ¿No puedo venir a visitarte?-Regina fingió enfado.

-Creí que te habías ido de viaje con Swan, llevo tiempo sin verte.-Regina seguía cruzándose con personas que le hacían recordar a su esposa, iba a volverse loca.

-No, estoy aquí y he estado aquí todo este tiempo.

-Genial. ¿Y bueno que te trajo hasta aquí?-preguntó curiosa la morena de mechas rojas. Era raro que su amiga se presente de la nada en su boutique.

-Necesito un favor.

-Los que quieras.

-Necesito que me des trabajo en tu boutique.

¡Hola! Les traigo esta nueva adaptación, espero que les guste, al principio es algo triste pero luego todo mejora. Que la disfruten!



Mrs. Swan-Mills [SQ]Where stories live. Discover now