Juegos

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Terminado el curso, tuvieron que volver a sus casas, el periodo de vacaciones era muy largo y tanto los padres de unos como otros ya le habían dejado estar mucho tiempo solos.

Loa padres de Kenma lo recibieron por primera vez con los brazos abiertos.

-¡Kenma!- Dijo su padre antes de abrazarlo. - Lo has hecho muy bien, sin duda alguna estar con Kuroo es bueno, casi... -lo miró de arriba abajo- pareces un alfa.

Kenma rodó los ojos, de verdad no aguantaba a su padre.

-¡Ken!- Lo llamó su madre y se unió al abrazo.

-Espera. ¿Qué es...? ¿¡Te marcó?!- Dijo casi gritando.

-Sí.- Respondió con indiferencia.

-¡Vamos a ser abuelos!

-Mamá eso solo pasa en las películas, no vamos a tener un cachorro con 19.

La mujer se entristeció levemente. -Entonces...¿para cuando?

Aquello hizo que Kenma se sobresaltara.

-Ehh... No sé...- Dudó- no hemos hablado de ello aún.


Por el otro lado los padres de Akaashi no estaba muy contentos con que su hijo saliera con Bokuto, y menos aun ahora que este había salido en el periódico. Cuando volvió a casa, sus padres se enfadaron con él por que lo hubiera marcado.

¿No te das cuenta de que te va a abandonar en cuanto sea un poco más famoso?

Es el peor error que hayas podido cometer en tu vida.

Ahora ya nadie te va a querer.

El pobre Akaashi no pudo hacer otra cosa que irse del salon llorando desconsoladamente y con el corazón roto.  Aquello hirió profundamente al omega, en le momento en el que cerraron el lazo, estaba completamente seguro de ello, de que amaba a Bokuto por encima de todas las cosas y de que ese amor sería siempre correspondido pero ahora... 

Ahora ya no estaba seguro, no sabía que pasaría en el futuro, si Bokuto lo dejaría por alguien mejor, alguien a la altura de un jugador profesional.

Estaba en la cama tumbado cuando oyó unos golpes en su ventana. Alzó la cabeza y a pesar de tener los ojos húmedos pudo distinguir al albino.

Pese a sus pensamientos, se levantó para abrirle la puerta y Bokuto pasó para abrazarlo con fuerza.

Akaashi dejó de ser aquel chico politicamente perfecto que aguanta siempre el tipo y lloró por primera vez delante de Bokuto, el cual por dentro estaba roto al sentir a su omega asi, pero debia mantenerse firme por fuera, y consolarlo, habían intercambiado los papeles.

-Keiji.- Lo llamó suave y este levantó la cabeza para mirarle a los ojos.

-No sé que puede haber pasado pero... No entra en mis planes una vida sin tí, tenlo siempre claro.

Un río de lagrimas y una sonrisa aparecieron en la cara del omega, que volvió a abrazarlo más calmado. 


Bokuto y Kenma continuaron entrenando aunque estaban de vacaciones, estaban cambiandose y el entrenador entró en el vestuario y lanzó a Bokuto una revista. 

Bokuto la cogió como pudo y al verla se puso rojo. 

Sus compañero se extrañaron al ver al albino avergonzado así que se acercaron a verla. 

-OH, ¡Bokuto! ¡Es una foto tuya en la playa!

-Sí, además - su compañero giró la revista para ver el título- es muy famosa, seguro que te haces famoso entre las chicas, qué envidia. 

Todo Capitán Necesita Su Armador [omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora