El pasado se hace presente.

Presente

A la orilla de un río en el bosque explota una discusión que había sido postergada por ambas partes.

—Una semana después de la muerte de mi madre no tenía dónde ir, me perdí vagando por las calles hasta que encontré un parque lleno de niños con sus padres... el tiempo pasaba y sólo podía quedarme quieta mirando a todas esas familias felices, preguntándome ¿porque yo no tenía una vida así?... cuando la noche había llegado el parque quedo completamente vacío aún sin poder moverme y sin saber a dónde ir decidí recostarme en la caja de arena de ese viejo parque. Para tener sólo 7 años me había dado cuenta de que lo había perdido todo.. el poco dinero que madre traía a casa, El pequeño y sucio cuarto en el que vivíamos Y los pocos minutos que pasaba con ese ser humano al que llamaba madre. Me había quedado sin nada... sólo pude quedarme Mirando al cielo en esa noche tan fría de invierno no me importó nada más... no me preocupaba que podría pasar conmigo sólo quería quedarme ahí.
Qué probabilidad de sobrevivir a una noche tan fría como esa tenia una niña de 7 años? después de un par de horas recostada en la arena fui rescatada por una pareja de adultos que estaba de regreso a casa después de tomar el último tren.

¿Quién imaginaría que podría tener esa suerte?.. pude haber terminado en un sótano oscuro esperando a ser vendida o despedazada o usada como un objeto para la satisfacción de quién sabe Cuántos depravados. pero No. la vida se apiadó de una niña sin esperanza enviando dos ángeles en su rescate— nina se queda muda con la mirada clavada en los ojos de aizawa, sin percatarse las lágrimas comenzaron a brotar— Esa es la triste historia que queria escuchar sensei? la de una pobre y desgraciada niña que sufrió todo eso ¡¡con solamente 7 años!!—después de gritar estas últimas palabras nina se quedó sin aliento, jadeante y entre pequeños sollozos nina da media vuelta y se dispone a dejar el lugar sin escuchar palabra alguna de aizawa.

—se que pasaste por muchas cosas, y no pude cuidarte, ¡pero ahora estoy aquí!—con estas palabras rápidamente dichas logra que nina se detenga.

Nina aun de espaldas responde en un susurro—no te necesite en ese entonces, no te necesito ahora— dichas estas palabras nina atrae el agua del río y se dispone a dejar el lugar formando un puente para ella.