Parte 5

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 5 - Defensas bajas


Era domingo por la mañana y todo lo que Jin quería hacer era dormir. Para su mala suerte, esa no era una opción.

-¡Jin!

Abriendo sus ojos con lentitud escaneo la habitación, la puerta estaba cerrada y no había nadie con él en el cuarto. ¿Estaba soñando? Cerró los ojos de nuevo y se acomodó en la cama otra vez.

-¡Park JinYoung! Si no te levantas ahora juro que voy a entrar y empujarte fuera.

Por un momento el pelinegro se sintió en su vieja casa, cuando su madre se enojaba porque no se lograba levantar. Se sentó en la cama y despeino su cabello mientras trataba de mantener sus ojos abiertos. En ese momento la puerta se abrió y Jisoo apareció luciendo un impecable vestido blanco.

-¿Hay algún motivo por el que estés acá fastidiándome tan temprano?

-¡Son casi las once! –le reclamo ella, Jin se giró viendo hacia la mesa de luz donde su teléfono descansaba, al tomarlo noto las llamadas perdidas de su hermana.

- ¿Te agarro la locura o qué? – Le enseño el teléfono sintiéndose aun adormilado- ¿Por qué me llamaste?

Su hermana empuño sus manos viéndose iracunda- ¡Hoy es la cena familiar! Hace una semana  te avise, tenemos que encontrarnos con toda la familia de Ri y hacer el ensayo de boda.

-aisshh- paso su mano por el rostro sintiéndose cansado- te dije que era una idiotez, no somos una familia acaudalada para desperdiciar dinero en esas cosas.

-para tu información, Ri lo paga- ella se puso de lado viéndose feliz- él hace todo para hacerme feliz.

-¿Y para que me queres entonces? Ya sos feliz- se tiró de lado en el colchón tomando la frazada para volver a taparse.

-¡Ah, no!- tirándose sobre el impidió que se tapara y lucho para sacarlo de la cama- ¡Vos tenes que venir, sos mi hermano mayor, tenes que estar!

-ya estuve en esa tonta cena de beneficencia ¿No cuenta?

-¡Sabes que no es lo mismo, no seas malo!

-podes pedirle a tu cuñado que lo haga- ella negó continuando con su tarea de sacarlo de la cama- Jaebum lo puede hacer- ella volvió a negar y tiro de la sabana quitándola de la cama, al sentirse expuesto en su camiseta blanca y calzoncillos a juego se sentó empujando a su hermana- ¡Hey! Que soy tu hermano mocosa, tenes que respetarme- se inclinó hacia adelante quedando con sus manos sobre el colchón viéndola con enojo. Un fuerte silbido se extendió por el cuarto llamando su atención, cuando se giró hacia la puerta no pudo evitar quedar boquiabierto- ¿Pero que...?

-Jinnie – Jackson se recargo en la puerta viéndolo de arriba abajo, una enorme sonrisa se extendía en sus labios- linda vista- el menor abrió y cerró la boca sin poder hablar, eso solo lo hizo sonreír aún más- no sabía que eras de los clásicos.

-¿De los qué?- Jisoo, que estaba en el suelo lo miraba confusa.

-de estos- corrió el pantalón deportivo dejando a la vista el bóxer negro ajustado que llevaba puesto, Jisoo enrojeció apartando la vista al instante para luego volver a verlo. Jackson soltó la cintura del pantalón dejando que vuelva a su lugar- tu hermano los usa largos, blancos, como los de abuelitos.

Jin, que había permanecido en silencio viendo al mayor casi estupidizado sacudió su cabeza y frunció el ceño, se sentó en la cama cruzándose de brazos- para que sepas, no son de abuelitos idiota, son prácticos.

Quítate la ropaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora