Entre en mi habitación, estaba oscura y hacia más frío que en el resto de la casa. No podía mentir, tenía miedo. Comencé a encender velas a mi alrededor y cerré las ventanas y la puerta de mi dormitorio.
A las una empecé a recitar y recitar la gran frase.
Tenía mis ojos cerrados, pero antes de abrirlos escuché una risa, la cual me sonaba mucho. Levanté lentamente mis párpados y ahí estaba , apoyado en mi escritorio. La luz de las velas hacían que se viese mucho más transparente su piel y daban reflejos castaños en su pelo atezado.
Tenía sus ojos en mí, y paró de reír para poder hablar.
-He visto como corrías para poder verme, no te habría matado por llegar unos minutos tarde.-hablaba con un tono burlón.
-Ja ja, que gracioso eres.- le asesiné con la mirada. Acto después ambos rompimos a carcajadas.
-Shhhh.- dije entre las risas.- mis padres nos van a escuchar.
-Más bien, solo te van a escuchar a ti, yo estoy muerto.- se sentó en frente de mi.
Ese comentario me recordó lo que estaba haciendo, nada más pensarlo un escalofrío recorrió mi espalda. Estaba loca.¿No puedo salir de fiesta como los adolescentes normales? Nooo, tengo que hablar con un muerto.
Él llamó mi atención al ver que yo estaba perdida en mis pensamientos.
-Auch.- algo me dio fuertemente en la cabeza , miré al suelo y había un boli en cual con el impacto se rompió. Alce mi vista y ahí estaba el culpable, Ethan estaba apoyado en mi escritorio jugando con otro boli.
-Preparados, listos, ¡Ya!
- Aaayy, para .- si no estuviese muerto mi mirada lo habría matado, él paró y comenzó a reír.-A mi no me hace gracia, me debes dos bolígrafos y una cabeza nueva.
Se sentó a mi lado y comenzó a hablar.
-Debía lanzarte los bolis, te he llamado como ocho veces y seguías empanada.
- ¿Y no podías darme un toquecito en el hombro con la mano?
-Te recuerdo que yo no puedo atravesar tu círculo.Mierda, es verdad, sino él desaparecerá para siempre.
Ethan continuó con su discurso.- Por cierto, bolis te puedo conseguir dos, de la marca que quieras y de los colores que quieras .- gesticulé con la boca un Gracias y él siguió hablando mientras al ver mi respuesta me guiñaba el ojo.- Y una cabeza nueva, también puede ser fácil, no creo que haya ninguna cabeza más empanada que la tuya así que si, será fácil.
Le lancé un trozo de los bolígrafos , pero me salió mal la jugada y él , con unos grandes reflejos, lo cogió al vuelo.
-Es broma , es broma.- decía entre risas, a las cuales termine uniéndome.-Va a amanecer.- yo le miré mientras el estaba tumbado en mi cama mirando por la ventana.
-Jo, quería seguir hablando sobre ese libro.
-Te lo puedes leer.- le contesté mirando hacia la estantería que tenía llena de libros, vi en su cara la duda , pues no sabía cuál de todos era, una sonrisa se dibujó en mi rostro al ver su rostro.- Hasta luego.- comencé a recitar mi frase y al abrir los ojos ya no podía verlo.
Me dirigí a la estantería y cogí el libro que él quería leerse y lo dejé sobre el escritorio. Mi mano seguí en aquel libro cuando noté un escalofrío recorrer mi cuerpo, noté como tocaba delicadamente mi mano y las páginas "mágicamente" comenzaron a pasar una por una.

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Noches de insomnio
Ficção AdolescenteDana nunca pensó en lo cierta que era la oración "la curiosidad mató al gato". -No lo hagas debe haber otra solución.-me dice cogiendo mi muñeca. -No la hay.-digo mientras veo por la ventana de mi habitación a unos hombres vestidos de blanco habland...