CAPITULO CINCO

643 44 1
                                    

Era domingo, eso significaba que pasaría el día en casa con una manta viendo la televisión, pero no.

Nada más despertarme comencé a ojear los libros de este año, quería estar al día y me pareció buena opción comenzar por lo menos a leer lo que estudiaría este año.

Tras una hora de estar leyendo los libros de pronto alguien me llamo al móvil, mire la pantalla y vi que era Liam, inmediatamente le cogí.

—¿Si? —Le dije.

—Jordan... —Dijo Liam al otro lado del teléfono.

Tenía la voz temblorosa y ronca, como si estuviera llorando.

—¿Liam va todo bien? —Dije poniéndome de pie.

—Sam ha cortado conmigo. —Me dijo.

Cerré los ojos. Había estado hablando con Sam y le dije que se lo pensara bien antes de actuar, pero veo que lo hizo rápido.

—Voy a tu casa. —Le dije y le colgué.

Me vestí rápidamente y salí de casa, Liam vivía cerca mío por lo que no tardé mucho en llegar. Toque su puerta y su madre me abrió.

—Hola Jordan, ¿Que tal va todo? —Me preguntó ella.

—Hola. —Le dije con una sonrisa. —¿Está Liam?

—Claro está arriba. —Me dijo amablemente. —Pasa.

Pase y subí arriba, abrí la puerta de su habitación y lo vi sentado en el borde de la cama y mirando al suelo. Me senté a su lado y rápidamente apoyó su cabeza en mi hombro.

—Tampoco me extraña mucho que haya cortado conmigo. —Me explicó. —Últimamente estábamos muy distanciados y a ella... la notaba diferente.

—Lo siento mucho Liam

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Lo siento mucho Liam. —Le dije puesto que no sabía que decirle en este momento.

—Aunque estamos bien. —Me dijo poniéndose recto. —Hemos hablado tranquilamente y hemos llegado al acuerdo de que seguiremos siendo amigos.

—Eso es genial Liam.

—Lo se pero... ¿Me fastidia sabes? He estado con ella un año y algo y... creía que... aguantaríamos más.

—Los amores de la adolescencia no son para siempre.

—Mira a Dylan y a Juls, les va genial juntos.

—Liam... no le des más vueltas, ahora... disfruta, estás en la universidad, estás soltero y puede que conozcas a muchas más chicas. Y tal vez encuentres a alguna que...

—Tienes razón. —Me dijo con una leve sonrisa. —Puedo conocer a más chicas.

Yo asentí con una sonrisa.

Nos quedamos toda la mañana hablando y después su madre me invitó a comer.

Después de comer me fui a mi casa, Liam estaba de mejor ánimo y eso era lo más importante.

Cuando llegue a casa y abrí la puerta escuché unas risas que provenían de la cocina, fruncí el ceño y me acerqué lentamente. Se notaba que no me habían escuchado llegar porque seguían hablando y riendo.

Me asomé y vi a mi hermano riéndose, mi hermano me miró y de pronto vi la cara de Kelly.

—¿Que haces aquí? —Le pregunte sin ganas a mi mejor amiga.

—He venido para estar contigo y me ha dicho que no sabía dónde estaba y he decidido esperarte. —Me dijo Kelly con una sonrisa en la cara.

Le hice un gesto a Kelly para que subiera a mi habitación y así hicimos. Subió las escaleras tras de mi y entramos en mi habitación. Mire si Charlie nos había seguidos y al ver que seguía abajo cerré la puerta de mi habitación.

—¿Te has enrollado con el? —Le pregunte dándome media vuelta y cruzándome de brazos.

—¿Por quien me tomas Jordan? —Me preguntó ella.

—Se que has estado quedando con el, y se lo de Pete. —Le dije seca.

Kelly miró al suelo y después bufo.

—Mira Jordan, Pete y yo ya no... no iba a ningún lado eso ¿Vale? Además, el ha sido quien ha terminado.

—Pero tu también querías. —Le dije seca.

Kelly dio un paso al frente para ponerse más cerca de mi.

—No ha pasado nada con tu hermano ¿Vale? Solo... hemos quedado pero no ha pasado nada, no nos hemos ni enrollado ni acostado. Solo amigos.

—¿Pero te gustaría hacerlo?

Note que se lo pensaba, y sabía que estaba buscando una respuesta que me convenciera, pero sabía perfectamente que quería enrollarse con Charlie.

—Solo somos amigos Jordan, tu hermano me ha caído muy bien.

No quería seguir discutiendo con ella, por lo que asentí, pero no la creí.

—¿Hacemos un bizcocho? —Me preguntó ella con una sonrisa inocente.

Volví a sonreír y asentí. La verdad es que no quería terminar discutiendo con mi mejor amiga.

Las dos bajamos abajo y comenzamos a hacer el molde del bizcocho. Recuerdo que solía cocinar repostería con mi madre los domingos, y supongo que esta es una forma de recordarla.

Notaba que Charlie y Kelly a veces se lanzaban miradas y de vez en cuando le sentía fuera de lugar.

Tras hacer el bizcocho y comernoslo un poco Kelly se fue a casa con la mitad de lo que quedó.

Estaba sentada en la mesa del comedor observando el bizcocho, pensando en aquellas miradas que se habían echado mutuamente cuando de pronto mire al frente y vi a Charlie sentando.

—¿En que piensas? —Me preguntó.

—En nada. —Le conteste.

Charlie alzó una ceja, me había pillado, me conocía bastante bien.

—¿Te gusta Kelly? —Le pregunte directa.

Charlie se sorprendió un poco con aquella pregunta pero después se acomodó en la silla.

—Es mona. —Me contestó. —Pero solo es mi amiga.

—Si pero... ¿tendrías algo con ella?

Mi hermano se encogió de hombros y después se marchó a su habitación. Se que estoy dándole muchas vueltas a este tema, pero no me hago la idea de que mi hermano tenga algo con mi mejor amiga. Aunque supongo que si ellos quieren no puedo impedírselo.

Campamento de verano 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora