ridiculous ─ kooktae

ÚNICO

El radiante sol de esa mañana se colaba por las cortinas un poco mal cerradas de aquella habitación y chocaba justamente con la parejita de esposos recostados en la cama matrimonial que compartían y dormían cada noche -Si es que el mayor no se comportaba mal y tenía que dormir en el sofá-.

El pelinegro besaba los labios de su esposo ferozmente mientras estaba encima de él sin aplastarlo, mordisqueando su labio inferior y entrelazando su lenguas dentro de sus cavidades bucales, moviendo sus labios a un compás prolongado que estaba a muy a gusto de ambos. El mayor claramente quería llegar al siguiente nivel, y haría lo que fuera para conseguirlo.

-J-jungkookie...-Jadeó TaeHyung separándose de los labios de su contrario y éste bajó sus besos hacia su cuello.-N-no... A-ah~-Soltó un gemido cuando Jungkook presionó su cadera contra la de su contrario rozando sus erecciones por encima de la ropa.-

-Shh... Dejate llevar amor.-Adentró sus manos por debajo de la sudadera -que era de él- que usaba para dormir el menor y éste solo jadeaba por la caricias proporcionadas, era bastante sensible en ese aspecto y eso a Jungkook le encantaba.-

-P-pero... Ah~... Amor, los niños...Mmmh~

Los niños... Los niños...

-¡Los niños!-El menor empujó a su contrario logrando que este saliera de encima suyo y cayera en el piso a un lado de la cama.-¡Es lunes!

TaeHyung salió de su habitación lo más rápido que pudo y fue a la cocina para preparar el desayuno y luego poder ir a despertar a sus hijos, pero sus planes fueron interrumpidos ya que al llegar a dicha cocina estos últimos ya estaban comiendo de su leche con cereal muy a gusto.

-Hola papá Tae.-Dijeron ambos a la vez con la boca llena y el castaño claro suspiró aliviado dejando un beso en la frente de ambos.-

-Perdón por no despertarlos y preparar el desayuno, amores.-Tomó dos vasos para servir leche con chocolate para sus contrarios.-Debieron ir a despertarme.

-De hecho fuimos y papá gritó "¡Vayanse de aquí mocosos, son las seís de la mañana!"-Habló el mayor de los dos, DongMin, de 16 años imitando la voz de su padre.-Pero no importa, estamos bien.

-Es su primer día de clases, lo lógico es que yo les haya hecho el desayuno... Perdonenme.-Hizo un puchero y abrió los brazos logrando que sus hijos se acercaran a abrazarlo fuertemente.-

-Papá, DongMinnie ya dijo que no importa, tenemos todo bajo control.-El menor de los Jeon, Sanha, habló y asintió seguro de si mismo.-

Mientras tanto en la habitación principal se encontraba un frustrado Jungkook levantándose del piso mientras maldecía hasta a la mínima partícula existente en el universo. Tuvo que tomar una corta ducha con agua fría para que su erección bajara ya que ésta ni siquiera con ayuda de su mano quería volver a la normalidad.

-¡Adios niños! ¡Los amo mucho!-Escuchó a TaeHyung decir después de dejar un beso en la cabeza de cada uno cuando llegó junto a la puerta de entrada y se apoyó en una de las paredes.-Jungkookie, ya debo ir a trabajar.

-Lo sé.-Su tono era cortante.-

-No estés enojadito.-El castaño hizo un puchero tomando sus cosas.-Nos vemos en la tarde, mi amor.-Se despidió y salió de la casa rápidamente.-

¿Y mi beso de despedida?

-¡Olvidé algo!-Escuchó la puerta abrirse y sus esperanzas de un beso de despedida volvieron, sonrió ampliamente abriendo los brazos para recibir a su esposo.-Mis llaves.-TaeHyung tomó sus llaves de los pequeños colgantes que estaban a un lado de la puerta y Jungkook borró su sonrisa al instante.-Ahora si, adiós, te amo.