Sombras.

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De como nos perdimos

e intentamos soñar,

pero... no caíamos en que esto,

no es más que la realidad.

Perdimos nuestras alas,

desde nuestra espalda,

se rompieron y

desangraron,

sus plumas volaron

con el viento.

Fue el tiempo,

fueron las lágrimas

y la indiferencia

las que fueron rompiendo

cada centímetro

de aquellas esplendidas alas...

ya no sirven para nada.

Nuestros rostros

se volvieron oscuras sombras

de cristalinos ojos rojos

y cada lágrima

que recorre nuestra mejilla

se convierte en hielo

y rompe en el suelo.

Pero no te asustes,

suciedad,

no verás

mi amarga agonía,

Solo verás una cascara vacía.

Mi realidad

no llegará a la tuya.

Y así seguiremos,

vagando

por este repugnante mundo.

Cuida tus pies,

no te lo vayas a rajar

con los cristales rotos del suelo,

míralos bien,

no son cristales,

son trozos de porcelana

de caras humanas...

Son las personas

que pisoteaste,

las que dañaste,

las que murieron,

a las que mentiste

y nunca dijiste

lo que sentías realmente.

Bienvenido a la gran mentira,

al teatro de marionetas.

Sueños de EsperpentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora