Sobre la espalda.

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3,2,1...¡Función!

¿Por qué? ¿Por qué este abismo de separación? ¿Por qué yo en este acantilado con las olas chocando y tú tan lejos que ni mis palabras te llegan?

Así de lejos está mi mente, corazón, manos y pies... Qué Lejos el entender. ¡Y te grito! Pero no me escuchas. ¡Es esta maldita tormenta en soledad!

Lluvia aprieta ¡¿Y a quién le importa?! Es que acaso importa que siga aquí movida por el viento, arriesgandome  al suicidio. Estas terribles olas que vienen y van, como la agonía de que ellos estén tan lejos.

Oscuridad. Silencio. Penumbra.

Un rayo cae y calla mis gritos, calma el mar. ¿Y qué más da? Ellos seguirán lejanos. Siento vértigo, silencio, oscuridad y vértigo. ¿Tendré que volver? No. No, un día más o una noche más, aquí seguiré aquí aferrada.

Sueños de EsperpentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora