Capítulo 02

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—Hah! Pucca!! —Cuando mire hacia arriba y vi a la dueña de esa voz, suspire aliviado y lleno de felicidad al ver que era mi amada Pucca y que se encontraba a salvo.

Se veía muy hermosa con su cabello suelto llegando hasta la cintura y sin mencionar que el hermoso vestido de noche semi transparente rosado la hacían ver muy encantadora y sensual. No tenía idea porque iba vestida de esa forma, pero era una fragante vista para los ojos.

"Tap Tap Tap" Encantado note como bajaba glacialmente las escaleras dispueta a darme un conmovedor y romántico abrazo. Yo tenía los mismos pensamientos cuando la vi, así que deje libre a la basura que tenía sujetando y con los brazos bien abiertos corrí extasiado de alegría para darle el abrazo que estaba esperando. —¡Ven a mis brazos amor mio! ¡Tu príncipe a venido a salvarte! —No podía esperar para darle un beso que durase toda la noche. Era el perfecto final para terminar esta heroica aventura.

—¡Garu! ¡Garu! —Mi amada repetía mi nombre, como si no pudiera creer que estuviera presente ante sus ojos. Pero no era un espejismo, no era un sueño para abandonar la realidad de su duro secuestro. Era el verdadero yo quien vino a rescatarla y se lo iba a demostrar con el jugoso beso que le daría en 3...2...1...!

—kuaaaaaagh?!!!! —Repentinamemte y si ningún aviso recibí un fuerte golpe en la mejilla que me mando despedido a chocar contra el muro e incluso traspasarlo. —Gubluugh! —El efecto del golpe fue suficiente para dañar mis órganos internos y hacerme vomitar una bocanada de sangre peor que la de Tobe.

Pero eso no me importaba, mi dolor físico no significaba nada comparado al dolor emocional que estaba sintiendo al saber que el perpetrador del tiránico ataque, no era nadie mas que el amor de mi vida que precisamente vine a rescatar. ¡Pucca!

—¡Garu! ¿Que demonios le haces a Tobe? —Esas fueron las palabras que me decía mientras me miraba con un odio aborrecible más allá del perdón.

Pero incluso ese odio insano e incorregible no fue suficiente para quedarse observándome, porque al instante de golpearme salio corriendo a toda velocidad hacia su malherido secuestrador.

—Tobe! Tobe! ¿Cariño te encuentras bien? —Sus palabras y su mirada adolorida y llena de preocupación hacia el hombre que supuestamente era su agresor, hacían que mi corazón se tambaleara en incertidumbre y dolor. No entendía nada de lo que estaba sucediendo.

—Cof-Cof! No te preocupes querida, no es nada que una noche de descanso y una buena dosis de tu amor no puedan curar. —En cambio las cursis palabras del bastardo de Tobe que incluso lograban que mi amada suspirara con una sonrisa cálida y de afecto, me llevaba a la locura y el odio.

—¡¿Q-Que demonios sucede aquí?! ¡¿Porque ambos están actuando tan cariñosos?! —Levantandome a duras penas, mis piernas seguían temblando, pero aún así mi disconformidad y mi dolor por lo que veía fueron expresadas con gran fortaleza. Se supone que Pucca es mi novia, el amor de mi vida ¿porque me atacó y porque actua tan acaramelada con Tobe?

—¡¿Nosotros?! ¡¿Que diablos pasa contigo?! —Mis preguntas fueron sorpresivamente respondidas con otras preguntas por parte de Tobe, que siendo ayudado por Pucca a levantarse me gritaba furioso. —¡Vienes aquí a media noche, rompes mi puerta y me atacas de una manera despreciable y cobarde cuando tenia las manos ocupadas mientras comía un entremes nocturno! ¡¿Acaso te golpeaste la maldita cabeza o que?! ¡Será mejor que tengas una buena excusa o habrán graves consecuencias!

—¡¿Que?!....Tu!! —Mis palabras ni siquiera podían salir correctamente. ¿Concecuencias? ¿Porque parecía que yo era el malo cuando soy el héroe valeroso que vino a rescatar a su donsella? Tenía ganas de abofetearlo por la mierda que salía de su boca.

En cuanto a mi donsella, se quedó mirando a Tobe con frialdad. Ni siquiera parecía percatarse de mi presencia. —Oh?! Así que un entremes nocturno ¿eh? ¿No té dije que por una semana tenias que cuidarte con las comidas?

—Ahaha! L-L-Lo siento cariño, es que tu comida es deliciosa y mi estómago no puede evitar rugir cuando ve las sobras. —No sabía que me molestaba más. Que mi supuesta novia me estuviera ignorando para amonestar a su secuestrador por una banalidad sin sentido. O que la expresión arrepentida pero a su vez juguetona de Tobe disculpándose por sus acciónes los hacían ver, no como un secuestrador y su reen, sino como una pareja de casados.

—¡Su-Suficiente! ¡Callense! ¡¡Ya me tienen cansado con su melodrama!! —Con el fin de interrumpir la estúpida conversión de los dos, grite roncamente y después, con una expresión desesperante, invadido en la tristeza e incredulidad, dirigí mi mirada hacia Pucca y le pregunte con un tono débil. —Pu-Pucca, mi amor. ¿Que esta ocurriendo entre ustedes dos? ¿Acaso....Acaso Tobe no te había secuestrado? ¿Porque estas tan apegada hacia el, si se supone que es tu agresor? —Mis años de vida parecían evaporarse con cada palabra que salía de mi boca. El reflejo de ellos como si fueran una pareja era muy doloroso, pero las preguntas que hacía para descubrir este presentimiento, era lo que me estaba matando internamente.

—Hmph! ¿Disculpa? —Confrontando a mis preguntas, mi amada Pucca tuvo la primera palabra. Jamás pensé que mostraría una expresión tan desagradable por lo que dije, y no sabia porque pero presenti que la respuesta que acompañaba a su irritable expresión, vinieron cuando después de pronunciar su nombre me referí cariñosamente a ella como "mi amor", pero solo era un presentimiento nada más. Uno que no hacía más que mortificame.

Y como si no fuera lo peor, me quede congelado cuando airadamente comenzó a reprocharme. —¡Ahora escucha Garu y escúchame bien! Para empezar, no se de donde sacaste esa tonta ridículez de que fui raptada!! Y por supuesto que Tobe no me secuestro. ¡Es mi marido! Me ama demasiado como para hacerme algún daño, ¡así que todo lo que escuchaste es falso!

—Que?! ¡¡¿¿Ma..Marido?!! —Mi cerebro se quedó en blanco mientras sentía como toda mi sangre se drenaba hasta mis pies. Me sentí debilitado, tuve náuseas, sentí que iba a vomitar.

—Hahaha! Bueno cariño, creo que no está del todo equivocado. Después de todo, cuando nos casamos hace doce años tus tíos estaban muy reacios a dejarte ir. Hahaha! Recuerdo que tuve que cargarte en mis brazos y correr durante cuatro horas para que al fin los chefs dejarán de seguirnos.

—Fufufu! Bueno que puedo decir, soy su única sobrina y me criaron como si fueran mis padres durante 19 años. ¡Sería extraño que no sintieran nada cuando un fuerte, apuesto y dulce hombre me arrebata de sus brazos!

—Hahaha! Ahora me hiciste sentir pena por ellos! Pero supongo que eso les pasa por tener de sobrina a la mujer mas hermosa de la aldea. Hahaha!

—¡Maldita sea, ¡¡cierren la boca!! Aun sigo aquí, estoy frente a ustedes. ¡¡Dejen de ignorarme!! —No lo puedo creer. Me encontraba sufriendo y muy confundido sobre todos los comentarios de pesadilla que mencionaron, y mientras tanto se la pasaban coqueteando como si no existiera.

Obviamente sería ilógico que no expresara mi descontento al ver a mi novia conversar tan amorosamente con el tipo que más odio en el mundo. Temía que Pucca me podría estar engañando, pero con todo lo que contaron, ya no sabía que era real y que no, y la verdad sobre los dos parecía ser mucho peor de lo que presentía. Tenía que saber que estaba ocurriendo realmente.

—No se....¡¡No comprendo lo que están diciendo!! ¿Que Tobe es tu marido? ¿Doce años de casados? Solo.....¡¿De que demonios están hablando?! —Era inconcebible que lo que dijeron fuera cierto. Después de todo, apenas tengo 22 y hace como 5 años que salgo con Pucca que por cierto solo es un año menor que yo. Así que todo lo que decían era solamente una broma cruel y sin sentido para torturarme. ¿Pero porque?

Mi cuerpo me mataba de dolor después de chocar contra el muro, pero aún así agite mis brazos con fuerza demostrando mi exasperación y aflicción, creyendo que aunque sea podría notar en sus caras un poco de empatia al ver cuanto sufría por lo que me estaban haciendo. En especial Pucca.

—Hah?! —Sin embargo, lo único que recibí por su parte fue una seja levantada con una expresión muy confundida, como si hubiera un demente frente a ellos. Como si fuera yo el que estaba diciendo locuras.

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Garu: "Una soñada aventura romántica" [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora