Alter Ego

Capítulo 2

-Sabes que no es lo correcto Naruto –el chico lucía cansado y con grandes ojeras, últimamente tenían mucho trabajo-

-Ya lo sé Shikamaru, me siento una basura –contestaba triste- pero no puedo evitarlo... cada vez que lo veo, yo...

-¿Por qué no has dejado a Hinata?

-Porque no quiere firmar los papeles –espetó en seco. Algo que sorprendió incluso a Nara-

-¿Qué has dicho? –Lo miró asombrado- entonces, tú...

-Llevo casi un año pidiéndoselo, pero no quiere –suspiró con pesadez- ella lo sabe...

-Siempre lo ha sabido –respondió con naturalidad-

-Siempre supo que había alguien más. Pero no que ese alguien más se llama Sasuke

-De cualquier modo, creo que ya lo intuía... todos sabemos que tú y Sasuke han tenido una historia un tanto singular

-Como sea –hizo una mueca infantil- creo que no me dará nunca el divorcio con tal de que no esté con él

-En ese sentido creo que todo mundo lo haría. Hinata siempre te quiso, y si tú le diste las alas y ahora se las quieres cortar... es lógico que peleará con uñas y dientes para que no te vayas

-Qué bueno que eres mi amigo –dijo con sarcasmo- no te molestes en consolarme

-Teniendo las cosas en este punto sabes que no puedo hacer eso. Yo también te dije que era un error aceptarla –suspiró con molestia- pero como siempre esa cabeza tuya...

-Lo sé, Sasuke me lo dice todo el tiempo. Bueno, cuando lo veo

-Debe de estar furioso contigo –se recargaba en la silla con desgano- mira que ser el amante en una situación tan extraña como esta...

-Oh, vamos –exclamó- que buen amigo eres...

-Más importante aún, Naruto –respondió serio- ¿qué es lo que harás?

-No pienso dejar a Sasuke... no otra vez

-Entonces, te recomiendo que busques ayuda, porque para que te quites a Hinata de encima... va ser muy problemático

[*]

-Cuando estás así, es como si fueras un pequeño gatito sentado en la cornisa de la ventana mirando hacia la luna. Añorando, y esperando a alguien

-Lo siento –murmuró apenas-

-Sabes que no tienes que disculparte –el mayor palpaba su hombro de forma reconfortante- ¿todo bien? –Sasuke titubeó un poco-

-Sí –contestó apenas- la misión fue algo pesada, eso es todo

-Sasuke –le dijo en su oído- no me mientas –lo abrazó, envolviéndolo con su cuerpo- sigues pensando en él, ¿no es así?

-Soy demasiado idiota...

-Solo estás confundido –el hombre delineaba con la nariz el cuello del chico, para después besarlo de forma húmeda- ¿quieres que haga que dejes de pensar en él?

-Perdóname por usarte de este modo...

-¿Qué más puedo hacer? –Habló con un deje de tristeza- te amo demasiado

-Kakashi –respondió ligeramente sorprendido-

-Es la verdad –sentenció- además, hay algo en ti. Algo que te hace querer que vuelvas. Como una droga, tal vez

-"Por más veces que lo intente..." –pensó Sasuke, mientras se dejaba guiar por el mayor hasta su alcoba. Una vez ahí, el chico por su propio pie se quitaba la playera, acomodándose en las piernas del peliplata-