Alter Ego

Capítulo 4

-Naruto estaba sentado frente a su escritorio, mirando la vieja foto enmarcada frente a él- "en qué momento cambié tanto" –se decía asimismo mientras escuchaba como abrían la puerta-

-Hokage-sama –apenas dijo en un suave murmuro. La máscara típica de ANBU enmarcaba su rostro-

-Acércate por favor –contestó del mismo modo, intentando ser formal- ¿podrías decirme, qué fue lo que pasó? –El rubio quería ir directo al grano para no hacer la situación más incómoda de lo que ya era, sin embargo, el tener a Sasuke parado frente a él después de lo sucedido, era algo extraño. No se habían visto en tres semanas y no sabía cómo abordarlo. ¿Tendría que tocar el tema? De cualquier modo debía disculparse, pero ¿cómo?, seguramente no querría escucharlo. De hecho, si no fuera porque pertenecía al ANBU, Sasuke jamás iría a buscarlo. Si por él fuera, cortaría de tajo todo.

Era lo justo, y Naruto sabía que era algo bien merecido-

-Tuve una discusión con el capitán a cargo de la misión. No permitió que les ayudara a pesar de que soy experto en genjutsu

-Él dice que prefirió no recurrir a ti, debido a que no puedes usar tus técnicas oculares –respondía con tranquilidad-

-¿Le recuerdo por qué? –Dijo de mala gana- no fue decisión mía, ¿si tiene memoria de eso? –Apretó sus puños con fuerza- de cualquier modo, sabes perfectamente que aunque ahora sea incapaz de usarlos, yo sigo siendo el mayor experto de este estúpido mundo shinobi

-Sasuke –pronunció su nombre, haciendo que el otro volteara a verlo. Los ojos del chico atravesaban el cuerpo del rubio. Así era siempre; con una sola mirada podía paralizar a quién fuera- ¿qué pasó? –Preguntó de nuevo-

-Ya se lo he dicho –trataba de guardar la compostura- no sé qué más espera... -seguía hablándole de usted-

-Tu capitán dijo que lo golpeaste –suspiró con pesadez- en su reporte, y personalmente me comentó que tuviste un comportamiento errático, insubordinación, agresión, caso omiso y la lista se hace más grande –el chico se levantó de su escritorio para pararse frente al moreno- por favor, descubre tu rostro –le habló suave, mirándolo de forma apacigua, a lo que el Uchiha accedió- tú no haces cosas de ese estilo solo porque sí...

Por favor, dime ¿qué fue lo que te hicieron? –Después de haber realizado esa pregunta, Sasuke desvió el rostro. No tenía muchas ganas de verlo y sin su máscara se sentía desprotegido. ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil?-

-Ese tipo es un idiota –espetó-

-Lo sé –dijo- pero necesito que me cuentes para que pueda ayudarte...

-Desde que comenzó la misión todo el equipo murmuraba y decía cosas sobre mí. Ya sabe... –dejaba un momento la frase al aire- que soy el perro de los Kages o que deberían ponerme un collar –suspiraba- cosas por el estilo; además de hacer las típicas cosas de no comunicarse conmigo, cambiar los planes sin que me enterara... cosas que pusieron en juego el objetivo de la misión.

Lo de siempre. Si algo salía mal, ya tendrían a quién culpar...

-¿Qué hizo el capitán? –Naruto se recargaba en el filo de la mesa, ya comenzaba a sentirse molesto-

-Solo dejaba que el equipo siguiera haciendo esa clase de comentarios –el chico observaba el suelo, perdiéndose en él- y cuando veníamos de regreso, él estaba hablando de mí, y de ti... de nosotros –dijo esto en un muy bajo susurro-

-¿Qué dijo exactamente? –Naruto estaba que le hervía la sangre. No podía creer lo inmadura que era la gente. Y se hacían llamar ninjas. Definitivamente les daría un castigo ejemplar; ya estaba harto de que siempre pasara lo mismo. ¿Por qué insistían en lastimarlo tanto? Como los aborrecía-