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" I know that i should walk away
But i can't bring myself to quit this game. "
—Ahora, ¿Podrían explicarme lo sucedido? —afirmo el director de la escuela.
—¡Sólo fue en defensa personal! ¡Yo no lo ataqué! —dijo Ed con el menor rastro de su cinismo.
¡Estaba que le rompía la cara en frente del director!
—¡Director! ¡Él empezó todo desde que entré a la escuela!, ¡Yo fui quien se defendió! ¡Pregunte a cualquiera y verá! —afirmé ante la situación.
—Bueno, a mi un estudiante no va a venir a decirme como hacer mi trabajo y que decisiones tomar, además el padre de Ed es un gran contribuyente con las necesidades de la escuela, así que incluso sí tienes la razón no puedo hacer nada más.. —dijo con la mayor sinceridad posible—, esto merece como mínimo horas de castigo durante un mes..
¡No podía creerlo!, ¿Esto era en serio?, es decir, me defiendo del ser que ha hecho mi vida miserable desde que entre a la secundaria, ¿Y esto es lo que gano?, ¡¿Perder?!
—¡Pero director!, ¡Esto no es justo! —afirmé casi en sollozo.
—¡Pero nada!, ¿Es que acaso desafias mi autoridad?, ¿Estás buscando una suspensión? —dijo el director sin evitar mostrarse ofendido.
Ya sabía que esto no volvería a pasar, no en la escuela.
Inmediamente recuerdo a Giselle, no, espera, esto no volverá a pasar, ¡Nunca!; ya no podía hacer nada, el universo giraba en contra a mi.
..
¿Te sientes feliz, mariquita? —dijo Ed con una risa entre dientes.
Simplemente cumpliré con mi promesa, con la promesa que me he hecho, con la promesa que más que nada, le he hecho a Giselle, incluso si no lo sabe, ella es la razón de que me abandone y aspire a un nuevo ser.
..
—¿Qué tal tu día hijo?, ¿Todo está bien? —dijo mi madre desde la cocina.
En cuanto entre se desataria otro problema, ya no quería saber más nada de esto, solo fundirme en mi música y olvidar todo.
—¡Qué te ha pasado hijo!, ¿Por qué tienes las mejillas hinchadas? —dijo mi madre terriblemente preocupada.
Estaba dolido, no físicamente, si no con mi madre, olvidé que esto pasaría, pero la verdad estaba agradecido en el fondo, hace mucho no sentía esa calidez que te proporciona la relación madre-hijo que todos esperan tener.
—Tranquila madre, solo he tenido un imprevisto, todo está bien, ya fui con la enfermera de la escuela, ya todo está bien, nunca ha estado mejor —dije sin poder ocultar mi felicidad.
Mi madre de inmediato acudió al botiquín de emergencia en busca de su maravillosa cura de madre, y siendo sinceros, estaba muy feliz de tener a mi madre allí para cuidarme.
—¿Cómo puedes estar tan feliz y tranquilo con esto? —dijo mi madre—, ¿Es qué acaso esto ha sido por una chica?
Infelizmente las madres lo saben todo, aunque en este caso tenía solo indicios, aunque con su actitud de detectiva mama lograría llegar a la verdad fácilmente, incluso si yo no daba ayuda en su busqueda de la verdad.
—No madre, es simplemente que hubo un chico que me atacó hoy y simplemente me defendí como pude, no ataqué, me defendí —le dije—, ya era hora de que lo hiciera.
Y era la verdad, ya tenía un motivo para no "sólo existir".
—Incluso creo que al chico lo suspenderán de sus clases del semestre —mentí—, todo está saliendo muy bien.
Mi madre estaba boquiabierta, en dieciséis años jamas me había emocionado por la escuela, en especial por el primer día.
—¡De seguro algo me ocultas! —dijo mi madre amenazando en broma con su espatula de cocina— ¡De seguro si hay una chica!.
—No madre, no la hay. —dije sin poder ocultar el terrible rubor en mis mejillas.
—¡De seguro que si!, ¡Cómo sea!, de seguro vienes hambriento, —dijo mi madre con voz cálida—, ¿O no?.
—¡De eso no hay duda mamá! —dije sin poder evitar reirme.
Qué genial era poder vivir una vida de un adolescente común, por fin algo iba saliendo bien en mi vida.
...
—¿Alguna vez has encontrado a alguien que sienta lo mismo que tú? —dijo Giselle—, digo, ¿Alguien que entienda cada parte de ti y nunca te deje ir?.
—No lo sé, creo que aparte de mi madre, nadie.. ¿Por qué lo dices?, —digo casi en voz queda.
—Porque creo que lo he encontrado.. —dice ella en una dulce voz.
La dulce voz que de hoy en más amaré.
—¿De qué hablas?, no entiendo a que te refieres, —digo en tono preocupado.
—Ya sabes de que hablo.. —dice ella—, hablo de..
Y de la nada ¡Tas!, desperté, era un sueño, el mejor en toda mi vida.
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