Abro los ojos lentamente, sintiendo un dolor en la cabeza, apenas distinguiendo que tengo a mi alrededor, trato de moverme pero el intento es nulo, algo me aprieta las manos provocando una leve comezón en las muñecas, vuelvo a mirar a mi alrededor ahora distinguiendo lo que tengo a mi alrededor, hay una puerta toda oxida enfrente de mi, una mesa de madera y dos sillas en la esquina, la ventana está sellada con madera, distinto donde estoy acostada, en una cama toda fea, con la manta rota y un poco amarillenta, ahí es donde los recuerdos de ayer en la noche aparecen en mi cabeza, ¡Mierda! ¿Dónde estoy? Trato de gritar pero algo me lo impide, tengo cinta en la boca.
-Veo que ya despertaste -Me dice una voz que no logró distinguir de dónde proviene. -Es cierto, no puedes hablar.
Pone una mano sobre la cinta y la arranca con tal fuerza que me lástima los labios, logrando que me sangren.
-Ahora si puedes hablar.
-¡Ayúdenme! ¡Por favor! ¡Me tienen secuestrada!
Grito lo más fuerte que me permiten los pulmones, una risa gruesa resuena por toda la habitación provocando que un escalofrío recorra mi cuerpo.
-Nadie vendrá a ayudarte muñeca, estamos en medio de la nada, así que mejor guerra esos gritos para cuando te este follando.
Las lágrimas resbalan por mi rostro, provocando un sabor amargo a mis labios al revolverse con la sangre.
-¿Por qué me haces esto? Yo no te he hecho nada. -Le digo en un leve susurro gracias al enorme nudo que tengo en la garganta.
Logro ver el rostro de mi secuestrador, tiene ojos café claro, unos labios carnosos rosados, cabello rubio obscuro.
-Tu no me has hecho nada preciosa. -Me responde con esa voz gruesa que retumba por toda la habitación.
-¿Entonces por que me secuestraste?
-¿No entiendes? Quiero tu dinero, el de tu papá, quiero tu fortuna, lo quiero todo. -Me dice mientras su mano recorre mi vientre, subiendo hasta uno de mis pechos. -Quiero follarte ___. -Me susurra en el oído con su voz más gruesa de lo normal provocando un escalofrío que recorre todo mi cuerpo.
-Tienes unos pechos muy bonitos, puedo sentirlo.
Mientras me susurraba eso, depósito un beso en mi cuello provocando un segundo escalofrío, dejo escapar un grito ahogado.
-Logro exitarte muñeca, estas muy mojada. -Pasa una mano por mi parte íntima sobre mi pants. -Quiero follarte, quiero que grites mi nombre cuando me sientas en ti, quiero que grites por más muñeca.
Ahí eso donde logró aterrizar a la realidad, estoy secuestrada y me quiere violara mi secuestrador.
-Por favor para, para, ¡que pares! Aleja tus malditas manos de mi. -Le digo entre sollozos.
-Maldita perra, te follare cuando yo quiera, si no quieres verme enojado, pero entiendo estas asustada dejare que te acostumbres para cuando llegue la hora y te pueda follar.
La puerta se abre lentamente provocando un fuerte chirrido, sobresaltandome dejando ver a un chavo de unos 26 años con ojos negros, pelo negro, y un poco gordo.
-Justin, ¿ya despertó?. -Justin me sonríe pervertidamente, sé para lenta mente y voltea hacia aquel chico.
-Sí, ya despertó, no tiene mucho.
Unos pasos resuenan por toda la habitación provocando un escalofrío por todo mi cuerpo, de repente alguien me agarra de los brazos bruscamente jalándome hacia adelante.
-Nos vamos a divertir mucho.
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El Secuestro© -CANCELADA TEMPORALMENTE
ActionUn secuestro puede tener consecuencias, pero uno no sabe si las consecuencias son buenas o malas, el único que lo sabe es el destino, y tal vez un secuestro pueda cambiar la vida del famoso Justin Bieber