↓ Puerta ↓

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- Ya son las 2:00am y Jimin no llega con los demás...¿Qué estará pasando?- no sabía qué hacer, sólo jugaba con sus manos un tanto nervioso mientras seguía viendo hacia la puerta.

- ¿Jungkook?¿Sigues despierto?, Ya es muy tarde.- salió un chico que estaba algo adormecido pero podía ver la hora y realmente le preocupo que el castaño estuviera aún despierto.

- Lo sé pero estoy esperando a Jimin.- aún seguía viendo hacia la puerta, escuchar como sonaba el reloj cada vez que se movían las manecillas le enojaba, ahora parecía su cronometro de tolerancia.

- ¿Desde cuándo le pones atención a su hora de llegada?- comenzó a indagar, sin embargo, estaba muy cansado, ser el líder no era un papel fácil.

- Ese no es asunto tuyo Nam...- su tono sonaba al de alguien muy irritado, lo cual molestó al moreno.

- Cómo quieras.- se dirigió a su cuarto sin voltear a ver, esas actitudes en el menor le irritaban.

Seguía corriendo el tiempo, cada minuto era una pesadilla para aquel castaño, su frustración de no saber dónde estaba aquel peli negro lo hacía ponerse en frente de la puerta, sentadose en una silla para escuchar cuando llegaran los miembros faltantes, fue su sopresa el encuentro de él con el de 2 miembros.

- ¿Y Jimin?¿Dónde está?- parecía emocionado por ver que al fin aprecian pero de un momento a otro, su expresión cambio totalmente.

- Ay, no sabemos Jungkook, Jhope y yo nos regresamos porque ya estamos cansados, pero Tae y Jimin se quedaron en el bar.- él mayor habló dándole a su tono una referencia de que no le importaba en lo más mínimo que se divirtiera el peli negro.

- ¡¿Fueron a un bar?! ¡¿Dónde están?!, ¡Iré por ellos!- su grito por un momento saco de trance a los otros dos miembros, sin embargo, ellos sabían que no debería.

- Hey, te vas a detener...

- ¡No Jin! ¡IRÉ POR JIMIN!

- ¡Te mueves y juró que mínimo un ojo morado tendrás!...

Fue un ambiente hostil el que se comenzaba a formar entre más palabras intercambiaban él mayor y él menor, él no entendía la reacción de quién se suponía actuaría cómo maduro.

- ¡¿Por qué diablos dices esto Jin?! Jhope di algo.- cerro sus puños en forma de defensa, su enojo se expresó cuando frunció el ceño.

- Estoy de acuerdo con Jin, perdón Jungkook.

- ¡¿PERO POR QUÉ?!

- ¡¿TÚ NO ENTIENDES IMBÉCIL?! ¡Estoy arto de ver llorar a Jimin por tú maldita culpa Jungkook!- esta vez quién alzó la voz fue el mayor, su cara expresaba una total irá por su comportamiento.

- ¿A-a q-qué te refieres?...- poco a poco comenzó a deshacer el puño que formó.

- Él llora todas las noches por ti...por cómo eres con él...y tú sigues siendo él mismo imbécil...- Jin estaba a punto de llorar si no fuera porque Hoseok lo tomo del hombro para reconfortalo.

- P-pero yo no....

- ¡Cállate!, sólo... cállate- no dejó que siguiera  hablando Jungkook, su paciencia se había  acabado por completo- si tanto lo quieres, hoy sufrirás el mismo dolor que el sintió por ti a penas hace un día...más bien...el maldito dolor que a sufrido durante todo el tiempo que haz jugado a ser el que rechaza...y él siendo el rechazado.

Ambos chicos empujaron sin remordimiento al castaño quién siguió mirando la puerta, sus lágrimas recorriendo por sus mejillas encontrándose en su mentón para caer al suelo, no era la primera vez que lloraba por culpa, pero se dió cuenta que lastimó a quien más ama en este mundo, a quien nunca quiso verlo llorar.

- Son las 2:30am y no llegas...por favor Jiminie...llega que me preocupo por ti...por favor...

Poco a poco se cerro la puerta, el cayó al suelo en posición fetal con tantos sollozos acumulándose en su garganta, saladas gotas corriendo por su rostro que eran tan amargas por el sentimiento, y el momento siendo el justo complemento de su dolor, en serio nadie entendía el dolor que sentía... sólo quién no estaba por culpa de él.
Entre lágrima y lágrima él sólo pedía, rogaba porque llegará aquel chico que se fue tan imponente, que regresará ese mismo día.
Pasaba el tiempo y su ropa se mojaba cada vez más, sin más, se dió cuenta que perdía lo que más valía en este mundo, en su mundo, se daba cuenta que el causante de la desaparición de su propia calma había sido él.

Por primera vez, acepta la culpa del dolor que le ha causado...al amor de su vida.

- Quiero contar hasta tres para ver si mágicamente apareces...- seguía llorando, seguía sollozando y atormentadose por su error- pero está es la realidad, eso nunca pasará...

Ya está, listo el cuarto capítulo, espero les vaya gustando, aún me cuesta trabajo no deprimirme por sentir que redactó, narró horrible, sin embargo, espero ir mejorando, gracias por leer esto, aunque deberían buscar cosas mejores. )):

Gracias. 🐥

≠ Cuenta Hasta Dos ≠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora