5

65 3 0
                                    

Recuerdo que ni siquiera vimos las películas porque nos entretuvimos platicando. Yo te contaba que otra de las cosas que nadie sabía es que me encanta cantar. Y como esperaba me pediste que cantara algo.

-Quédate un poquito más, todavía no es hora de abordar... -Empecé a cantar.

Terminé.

-Wow- Dijiste con cara de sorprendido- En serio cantas demasiado hermoso.

Solo sonreí y te agradecí. Y seguiste hablando.

-¿Por qué si te gusta tanto no lo haces tu profesión? ¿Qué mejor que trabajar haciendo lo que más te gusta?

-Porque lo hago más como hobbie.

-Imagínate que tu hobbie sea tu trabajo.

-Pues sí, ya lo pensaré luego.

Fuimos a sentarnos a fuera. Tomaste mi mano como lo hiciste aquella vez en la fiesta. Hiciste que nos levantáramos y me abrazaste fuertemente. Después te alejaste un poco y me miraste. Te dije que no me gustaba y me retaste a una guerra de miradas, a ver quién podía sostener más tiempo la mirada.
Yo sentía que cada vez estábamos más cerca, y no sabía si era yo quien se estaba acercando, o si eras tú, o ambos. Solo recuerdo estar a unos milímetros de distancia y entonces ocurrió. Te besé. Esta vez me dejé llevar y el besó duró muchísimo. Estaba totalmente fascinada, pero era tanto tiempo que necesitábamos respirar y nos separamos, luego te abracé. Pareció una eternidad pero supongo que solo fueron unos minutos.

Si ya te había entregado muchas cosas de mí, ahora quería darte totalmente todo lo que soy. Y así siguieron pasando los días. Cada vez me impresionaba más. Nunca pasó por mi mente el hecho de que me gustara mi mejor amigo. Te confié todo e igual tú a mí.
Salíamos al cine, a comer, al parque, me llevabas a comprar maquillaje y luego pasábamos a la tienda de videojuegos. O simplemente nos sentábamos en la banqueta de mi casa a pasar el rato.

El 01 de agosto del 2018 me pediste que fuera tu novia. Algo sencillo pero hermoso. Sabías que me encantan las mandalas, me regalaste un libro de ellas con una tarjeta en la que estaba escrito lo que me dijiste en mi graduación: "yo tampoco sé cómo bailar, pero mientras sea contigo, lo que sea." "¿Quieres ser mi hermosa novia perfecta?" Obviamente dije que sí. Cariño, me hacías ser la niña más feliz del mundo, y en verdad quería estar contigo. Eres lo mejor que pudo pasarme.

Pasaron algunos meses, 6 para ser exacta. me enfermé. Me daban migrañas horribles, insoportables. mareos, falta de aire, arritmias, náuseas y se me bajaba la presión de una manera impresionante. Llegué a desmayarme varias veces. Tú estabas tan preocupado y yo solo repetía lo que decía el doctor: "Es solo migraña". Te desesperaste a tal punto que solo me dabas por mi lado y tratabas de hacerme sentir mejor.

Siempre conmigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora