Sindria solía ser un lugar alegre, la vitalidad de aquella ciudad era sin dudas gracias a su rey y aquellos generales que daban todo para mantener la seguridad de sus pobladores. Si. Sindria era hermoso.
Ja'far recordaba los tiempos cuando Sindria aún era únicamente una compañía de comercio, con sus doce años por cumplir, cuando Hinahoho y Rurumu hablaban del segundo cumpleaños de Kikiriku.
Sinbad, al parecer, pasó de casualidad cuando la pareja hablaba de la celebración y eso le hizo darse cuenta de algo.
Todos allí habían celebrado sus cumpleaños, menos Ja'far.
El niño no había dicho nunca cuál era la fecha de su cumpleaños y nadie lo había preguntado tampoco. Sinbad se golpeó la frente cuando reparó en su error aun que a Ja'far no parecía importarle no tener una fecha para él.
Sinbad se acercó con sigilo hasta donde el niño estaba sentado, el peli morado tenía la costumbre de molestarlo, intentando que actuará como alguien de su edad a pesar del simple hecho de que realmente el lograr que Ja'far sonriera, era un logro bastante evidente.
Ja'far parecía entretenido en leer aquellos pergaminos que tenía entre sus manos, recostado contra el tronco que adornaba el jardín. Rurumu se había encargado de llenar los jardines con flores y hierbas, logrando que se viera atractivo y tranquilizador.
—¡Jaaaaafaru! —A Sinbad le causo gracia como el muchacho de cabellos claros brincaba, mandando a volar el pergamino en sus manos.
—¡Sim!—Escuchó la protesta de quien sería su futuro consejero. Quien se volteó para encarar al hombre. —Te dije que no me asustes asi, un dia podría atacarte. —Advirtió el muchacho, tirando los cables de regreso, al Partheviano le asombró la rapidez con la que el chico se había preparado para atacar. —¿Qué quieres ahora? —Pregunto, tomando el pergamino de regreso.
Sinbad avanzó, para sentarse frente al muchacho, quien alzó su rostro con confusión.
—¿Cuándo es tu cumpleaños? —Soltó, manteniendo la expresión serena en su rostro. Ja'far pestañeo antes de regresar su vista al pergamino.
—¿Por qué el repentino interés? —Preguntó distraídamente, manteniendo sus ojos en el pergamino.
—Porque quiero saberlo.
—Si. Ya somos dos. — Comentó distraídamente. El rostro de Sinbad apareció en su campo de visión, estorbando su visión. —¡Sim!
—¿No lo sabes? ¿Tu fecha de nacimiento? —
—No. No la recuerdo, era muy pequeño cuando mate a mis padres como para recordar esas cosas. —Admitió. Dejando los pergaminos de lado. —Y luego no tuvieron importancia.
El rostro de Sinbad lucia genuinamente preocupado. —Tendrás una fecha de cumpleaños—Anuncio el presidente de Sindria company, provocando que el peliblanco parpadeara.
—No es importante, Sim—Ofreció el joven, para disgusto del futuro rey.
—¡Claro que lo es! Por eso, voy a darte una fecha. —Advirtió el peli morado. Logrando que Ja'far lo miraba incrédulo. —Te lo haré saber esta noche. —Anuncio antes de ponerse de pie y dejar solo a Ja'far con sus tareas, sin ver, la minúscula sonrisa avergonzada en los labios del menor.
Era algo tarde cuando Ja'far decidió regresar adentro, tomó los pergaminos y se encamino hasta el estudio de la compañía para dejar todo como debía. Ni Vittel ni Rurumu estaban a la vista, pero Ja'far imagino que era incluso más tarde de lo que creía y estaban cenando.
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Cuentos de un amor.
FanfictionHistorias cortas sobre la relación que Sinbad y Ja'far tienen.