El reloj marcaba las ocho de la mañana cuando un mensajero se dirigía a la residencia de los Nara, toco la puerta y espero una respuesta, tras unos segundos salió una mujer de negra cabellera vistiendo un delantal.
-Buenos días, ¿en qué puedo ayudarlo?- le dijo amablemente al joven parado en el pórtico.
-Traigo un mensaje para el capitán Shikamaru, me notificaron que estaba en esta residencia, podría llamarlo- contesto disimulando su desinterés con falsa amabilidad.
-Yo se lo entregare, por el momento esta indispuesto- la mujer extendió su mano pero el joven solo la vio con indiferencia.
-Vera, es un mensaje confidencial, así que no puedo entregárselo a la empleada de la casa, solicito al señor Shikamaru o algún familiar que pueda recibirlo- dijo cortantemente, ignorando el hecho de que los Nara no contrataban personal para el hogar, estaba pasando por alto que la mujer a la que había llamado "empleada" era nada más ni nada menos que, Yoshino Nara, la madre de Shikamaru.
Una vena se votó en la frente de la mujer, un aura maligna se podía sentir en el ambiente, algo que puso muy nervioso al muchacho- Veras querido, yo no soy ninguna empleada, yo soy la madre del vago al que tu estas buscando y si quieres conservar el empleo más vale que me des el mensaje y salgas corriendo, lo más rápido que puedas, lejos de mi residencia.
El joven sin pensarlo dos veces entrego el mensaje, se disculpó torpemente y corrió sin mirar atrás, había cometido un error ya que haciendo memoria esa mujer era, no solo la madre de un capitán, sino también la esposa del general de división Shikaku Nara.
Yoshino cerró la puerta y sonrío, le parecía muy divertido como con poner cara seria y nombrar que puesto tenía su hijo, todos se ponían a temblar. Subió las escaleras rumbo a la última habitación del pasillo, toco dos veces la puerta e instintivamente la abrió, había aprendido con los años que incluso tocar la puerta era una pérdida de tiempo ya que el vago que tenía por hijo nunca le respondería, pero aun así lo hacía por mera educación.
-Shikamaru- dijo susurrando muy cerca del oído de su hijo- oye, Shikamaru, despierta- paso a la segunda fase del ritual, elevar el volumen y zarandear suavemente al sujeto- Shikamaru, te han traído un mensaje.
-oouah, déjalo en la mesa- respondió mientras se acurrucaba boca abajo.
Fase tres, gritar como si no hubiera un maldito mañana- ¡SHIMARU, NO SEAS HOLGAZÁN, TIENE SELLO DE URGENTE!
En automático Shikamaru salió corriendo de la cama, no sin antes darse un sentón en el piso ya que las piernas no le respondieron a la primera, tomo el sobre que le ofrecía su madre y lo abrió, con mucho trabajo logro enfocar correctamente las letras y leyó con atención, al terminar solo dijo- Que fastidio- y comenzó a vestirse tranquilamente.
-¿Qué pasa Shikamaru?- lo vio con extrañeza.
-A la Hokage se le ha olvidado mi periodo de vacaciones, me ha citado para dentro de una hora- su tono de fastidio aumento cuando se le atoro un brazo con la camiseta a medio poner- me podrías preparar algo de comer, por favor.
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EL AMOR EN TIEMPOS DE GUERRA
RomantikLa guerra trae grandes desgracias y perdidas, pero también es un ambiente perfecto para las historias de amor. Una historia romántica repleta de acción.