EL SAPO ERMITAÑO Y SU ACOMPAÑANTE EL ZORRO (9.5)

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Hace seis años en Konoha

El calor de medio día se cernía sobre las calles de Konoha, una hermosa tarde de verano, justo cuando el máximo esplendo de la belleza de la ciudad se dejaba notar.

Jiraiya-sensei se encontraba en una banca que se sombreaba gracias a un viejo roble, junto a él, disfrutando de una paleta helada sabor naranja, estaba ni más ni menos que su prodigioso pupilo, Naruto.

-Dígame Ero-sennin, ¿qué hacemos aquí, ttebayo?- esbozo el rubio mordisqueando el ultimo trozo de paleta.

-Nada en especial, estoy por empezar una nueva novela y necesito referencias por lo que debo poner manos a la obra y comenzar la investigación.

- Es decir que vamos rumbo a los baños termales, recuerde que la hora pico es a partir de las mil trecientas, así que hay que apresurarnos ya que estamos en la otra punta de la ciudad, ttebayo.

"Maldición, si he maleducado a este chiquillo" pensó Jiraiya con mala cara. – En esta ocasión, pequeño pervertido, no va a ser esa clase de libro, mi investigación va a ser de una índole menos vulgar.

-Ah, entonces iremos a acosar jovencitas sin la necesidad de verlas desnudas, ttebayo...- puso gesto de concentración llevando su mano extendida al mentón- ¿A qué hora mencionó Hinata que salían las estudiantes de medicina?

-¡No mequetrefe!- grito estampando un golpe en la mollera del rubio- en esta ocasión voy a escribir un libro un tanto más familiar, más domestico... la verdad... es una excusa, necesito decirte algo... importante... tu bien sabes que más que alumno te considero como un hijo para mí, sobre todo por el respeto que le tuve a tu padre y por qué te he cuidado toda la vida, además, eres el único que alcahuetea mis faltas de moral, aunque sigo sin estar seguro si es por respeto o por idiota, y yo quería consultarte sobre cierta situación y pues...

- Ero-sennin, si se va a volver homosexual, por mi está bien, a decir verdad lo entiendo pero...

-¡Eres un imbécil maldito mocos!- otro golpe impactó sobre la rubia cabellara- estoy tratando de decirte algo importante y sales con tus tonterías.

-Está bien, no lo vuelvo a hacer, ttebayo- Naruto estaba arrodillado con las manos en la zona del impacto- ¿qué es eso tan importante?

-Pues, me voy a casar con Tsunade.

- ¡La abuela! ¡felici...!- rápidamente Jiraiya le tapó la boca.

-No lo digas así mocoso, es un secreto, nadie puede saberlo, entiendes.

Naruto asintió.

-Muy bien, ahora que ya te lo dije, andando que tenemos una misión.

-Está bien, en marcha, dattebayo- comenzó su marcha con las manos en la nuca.

-Ahora cuéntame, ¿quién es esa tal Hinata, eh?

Naruto comenzó a sonrojarse cual tomate.

-Ja, ja, ja, muy pervertido y todo pero cuando te importa te cohíbes.

- Ca... cállate Ero-sennin- se cruzó de brazos y puso gesto de enojo.

Torre Hokage

-¡Tsunade-sama!, el equipo de cifrado acaba de enviar la última información obtenida sobre la situación de Sunagakure- la joven Shizune entro corriendo a la oficina, justo al entrar se tropezó con una montaña de papeles, haciendo que la carpeta con sello de clasificado saliera volando directamente a las manos de la Hokage.

-¡Maldición!- Exclamo al terminar de leer y arrojar la carpeta al piso.

-¿Que sucede?- exclamo la joven al intentar levantarse.

EL AMOR EN TIEMPOS DE GUERRAWhere stories live. Discover now