- Por eso mismo, deberías relajarte un rato de tanto estrés.
- Está bien.
- Ok, gracias, iré por ti en diez minutos.
(Corté la llamada)
Jimin fue muy puntual en llegar a mi departamento a tiempo, lo malo era que yo no estaba lista aún. Seguía arreglando mi mochila y las cosas que me llevaría a la playa.
- No puedo creer que no estés lista.
- Ya me conoces, siempre me atraso.
- Lo sé, pero aún debes apresurarte un poco más.
- Aish, mejor ayúdame -dije haciendo puchero.
- Está bien -dijo abrazándome por la cintura.
- Eso no me ayuda.
- Claro que sí, es apoyo ¿físico? No lo sé.
- Ah claro -reímos.
(...)
Jimin me cargó hasta la arena, estando ahí, tiramos nuestras mochilas y corrimos hasta llegar a la orilla del mar.
- Saltemos.
- ¿Ah?
- Cuando venga una ola saltamos sobre ella -tomó fuerte de mi mano.
- Está bien.
Una ola llegó hasta nosotros. Ambos nos volteamos a ver con una enorme sonrisa en el rostro, saltamos sobre la pequeña ola, realmente fue divertido.
- ¡Ahí viene otra!
Volvimos a saltar, esta vez casi me caía pero Jimin me tomó por la cintura y ambos caímos al agua.
- Ups - dijo al salir del agua.
- Yo... -reímos.
- ____ te amo -mi novio me cargó en sus brazos.
- Yo también Chim.
(...)
- Hey, hagamos un castillo de arena.
- Está bien.
Ambos salimos del mar y nos dirigimos hacia la arena.
- ¡Jimin! Eso no parece un castillo.
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- ¿Qué? Es el castillo al que te llevaré cuando nos casemos.
- Oh ¿tan feo será? -reímos.
- No, será hermoso, al igual que mi princesa - rió un poco.
