Capítulo 7 - Un morreo mágico

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*narra tuya*

No, si no hacía ni media hora que la fiesta había empezado y ya era todo un desmadre. Nazi se había puesto hasta el culo, mezclando agua, coca cola y diazepanes. Se hallaba tirado en el suelo, abrazado al palo-piedra de baloo el perro sexy mientras lloraba por Iván. Sabrina estaba por ahí haciendo el pony mientras comía un pastel y Cerral estaba fumandose su ochentavo porro mientras filosofaba. Chos... chos estaba meando, cómo no. Y YO ME ESTABA MEANDO.

Me arrastro por los suelos hasta la puerta del baño y lloriqueo dando golpes en la puerta.

- SAL DE UNA PUTA VEZ, ORZUELILLO DE LOS COJONES. ESTOY SEGURA DE QUE ME PEGASTE ALGO, JODER. ¿QUÉ COJONES?

Me giro al sentir ALGO encima mío. Vale, tan sólo era una Emma solitaria en busca de mimos. Resoplo, pegándole una patada para que se apartara y se va lloriqueando a abrazar a Baloo, pero este la ignora, se acerca a mi y... JODER, PEDAZO DE MORREO QUE ME PEGÓ EL PERRO.

Obviamente me aparté, sonrojada con su atrevimiento. Chosti salió en ese mismo momento y comenzó a reírse, mientras se balanceaba.

-JAJAJA, ESTÁS ROJA PORQUE VAS SÚPER BORRACHA, NO AGUANTAS UNA MIERDA, YO SI QUE AGUANTO, EN SER...

Me potó encima.

¿Cómo podía gustarme tal individuo? ¡Estaba mejor con Alvarico!

Un amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora