Capítulo 3

48 7 0
                                    

-¿Qué te pasa? -Puso expresión de cordero degollado, parecía gilipollas, para ser sinceros.

-Pues que me has asustado, ¿No lo ves? - Estaba muy molesta, odio que me asusten.

-Eres demasiado delicada.

-Delicada se va a poner tu cara cuando te suelte un guantazo.

-Madre mía, qué tigresa.

-Déjame, tengo que ir con mi amiga.

Dio un paso hacia delante para acercarse a mi.

-¿Estás segura? Podemos pasar una buena noche juntos.

-¿Quién me asegura que vaya ser buena?

-Pues yo, está claro.

Sus piernas se adelantaron dispuestas a avanzar.

-Por cierto, ¿Y tu nombre era..?

-Travis, me llamo Travis.

-Está bien, vayamos a la barra a beber hasta que se nos vaya la cabeza.

-¿Pero no decías hace un momento que..? - Le interrumpí.

-Cállate o te arrepentirás toda tu vida de poner pegas.

Iba a beber con un desconocido hasta perder la consciencia, estaba loca, pero me daba igual, necesitaba olvidarme de todos los problemas, y a demás, Travis estaba bastante bien, no pierdo nada.

Chupito tras chupito empezamos a embriagarnos cada vez más. El alcohol estaba empezando a subir la temperatura corporal de mi cuerpo. Creo que era hora de  devolverle a Ashton todos los palos que me había dado.

Decidimos ir al baño, joder, Travis me ponía mucho. 

Chocó su frente con la mía, me miró a los ojos y rozamos nuestras narices. Alzó su mano para acariciar mis labios. Necesitaba besarle, y eso hice. 

Me dispuse a abrir los botones de su camisa para poder acariciar su torso con más facilidad.

Apretó su cuerpo contra el mío y pude notar como su fiel compañero se ponía contento.

Comenzó un camino de besos que empezaría en mi cuello y terminaría en mi tripa. 

Me ponía mucho que se mordiera el labio y me mirase con cara de deseo. Me mordió el labio inferior y le correspondí con un chupetón en el cuello, con el cual me recordaría para unos cuantos días 

Noté que me desabrochaba el pantalón y metía su mano entre mis piernas.

-No Travis, para, no puedo.

-¿Qué te ocurre?

-Tengo que ir con Kim, debe estar preocupándose.

-Pero Hanna..

-Lo siento.

Me despedí y fui en busca de mi amiga, pobre Travis.

***

-¿Qué tal se encuentra? - Estaba preocupada, no me podía creer que esto estuviese pasando.

-Se encuentra mal, pasará la noche en el hospital.

-Necesito saber noticias sobre ella, me quedaré aquí.

-¿Estás seguras de que no tomasteis ningún tipo de droga? 

Me daba la sensación de que el doctor no me creía.

-No, yo al menos no tomé nada, solo algunos chupitos de tequila, nada para preocuparse.

-¿Estuviste todo el tiempo con ella? 

-Si... Bueno, todo el tiempo no, la dejé sola unos minutos porque necesitaba ir al baño, y cuando volví en su busca me la encontré en el suelo desmallada.

-Parece que mientras tú no estabas ingirió algún tipo de sustancias, que mezcladas con el alcohol le produjo esa reacción.

-No lo sé, solo necesito que se recupere lo antes posible.

-Estamos en ello, ahora nos pondremos en contacto con sus padres, mientras si quieres puedes quedarte aquí esperando a lo que pueda suceder.

-Vale, muchas gracias.

Me encontraba en la sala de espera. Había dibujos de niños pequeños pegados por todas partes. La verdad es que hacía un poco de calor ya que no había ventadas para poder ventilarla. Sus asientos eran azules de plástico duro, sin duda alguna al día siguiente iba a despertarme con dolor de cervicales, pero bueno, todo sea por Kim. 

Pero será gilipollas, a quién se le ocurre mezclar las drogas con el alcohol. Ojalá se recupere pronto, esto se estaba convirtiendo en una pesadilla. Iba a matar a la persona que se atrevió a venderle ese tipo de sustancia.

Atravesé los pasillos del hospital para llegar al bar que se encontraba al ladode este edificio, tenía hambre, llevaba desde el medio día de comer y necesitaba llenar mi estómago con algún tipo de alimento.

Tras cenar algo decidí volver a la sala de espera y llamar a mi madre para decirle que no pasaría la noche en casa. No sé cómo se tomaría todo lo ocurrido, pero debía contárselo y no ocultarle nada, sería lo mejor.

-¿Mamá?

-Hola Hanna, ¿Qué tal estás?

-Mamá, no pasaré la noche en cas.. - Me interrumpió.

-No gastes saliva Hanna, los padres de Kim me han llamado para contármelo todo.

-Lo siento..

-No tienes por qué disculparte Hanna, a tu edad se cometen muchas tonterías, dale gracias a dios de que no te ha pasado a ti.

-Ya mamá.. bueno te dejo, tengo que descansar, ya te iré llamando para informarte de todo lo que vaya ocurriendo.

-De acuerdo Hanna, te quiero.

-Te quiero mamá.

Colgué y me dispuse a dormir. Esta noche me tocaría dormir en estos duros asientos.

Dreaming FeelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora