Capítulo 9

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P.O.V. Peter Parker

¿Qué puedo decir? Sí me encanto dormir con Emma pero no me parecio para NADA que ése tal Marcos venga únicamente a verla, yo sé que intenta algo más con ella pero es inútil mi pequeña jamás lo aceptará, porqué SÍ es mía.
No sé en qué momento empecé a sentir esto por ella aunque siento que la podría confundir con Spider-Man y Peter, necesito concentrarme en Marcos y ya tengo un plan, la voy a conquistar como Spider-Man, es la mejor manera.
Solo necesito tener un plan no puedo actuar sin antes pensar, tampoco quiero arruinarlo e ir demasiado rápido aunque me encantaría estar ahora con ella.

Me dirigí hacia la salida de la Torre Stark sé que es algo riesgoso que alguien me podría ver pero ¡al demonio! hoy saldré con Emma. Llegue a la puerta y escuché que ella venía para acá.

—¿Qué haces aquí?— pregunta confundida,  yo también estoy bien ¡gracias por preguntar!

¿Salimos pequeña?— propuse mientras le extendía mi mano.

—¿Eh?— pregunto susurrando parecía estar nerviosa y muy confundida.

—Hoy es un bonito día, sé que te gustan las grandes vistas— aclaro y mi mano seguía extendida —sólo confía en mí— dije firmé y la mire fijamente ella me miraba sorprendida
—¿Puedes?— pregunté mirando mi mano y a ella.

—Okey...— contestó casi en un susurro y acepto mi mano. Yo no perdí el tiempo, ella se podría arrepentir o el Sr. Stark podría aparecer en cualquier momento; ninguna de las dos me gustaba. Así que suavemente pero con firmeza la tomé de la cintura atrayendo la hacía mí.

—¿Qué-é haces?— susurró nerviosa.

—Confía en mí— recuerdo y sin vacilar me columpio en la Torre Stark, voy entre edificios y dirijo mi vista en Emma ella al principio no quería abrir los ojos pero cuando lo hizo quedó sorprendida, decidí llegar a un parque en una zona lejos de las personas, traté de aterrizar con cuidado.

—Ya puedes bajar— comenté burlón porque ella seguia sujetándome con demasiada fuerza.

—Oh....— dijo algo sonrojada y tocó el pasto del parque ahora cubierto por una leve capa de nieve —wow éso fue...— le corté sus palabras

—...maravilloso?— pregunté

—Sí— suspiró —gracias no sé porqué lo hiciste pero te lo agradezco— mencionó con una enorme sonrisa.

—No fue nada— contesté —ven hay una gran vista por ver— dije mientras  la tomo de la cintura nuevamente para irnos. Me dirijo hacia un edificio muy alto.

La vista es increíble, es sol esta en lo más alto dando luz, toda la cuidad se ve desde aquí. Con la maravillosa vista a mi favor la dejó delicadamente en el techo del edificio. Cuando voy soltando mi brazo de su delgada cintura, siento nuevamente como se tensa, lo que me es inimitable levantar la mano para rozar su mejilla, no he podido dejar de ver sus ojos.

—¿Qué pasa-a?— susurra nerviosa por el acto de mi mano, ya que va de su ahora rosada mejilla a su pequeña nariz.

—Es sólo que tú...— me estaba aproximando con determinación a sus labios, ella no paro de mirarme y sus pequeñas manos que estaban temblando subieron mi máscara, exponiendo únicamente mis labios, estaba a punto de besarla pero su celular empezó a sonar.

—¿Hola?— contesta rápidamente, alejándose de mi y soltando un suspiro, en estos momentos quiero partirle la cara al quién le llamo, no me importa que sea él Sr. Stark. —ah Marcos, claro que no sé me olvido de hecho ya estoy aquí, en 10 minutos te veo— informa y sigue sosteniendo el celular para escuchar la respuesta de ése ¡tenía que ser ese maldito!
—sí yo también te quiero, ahora te veo— así termina la llamada.

Un Parker & Una StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora