Capitulo × 7 ×

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Fred se encontraba corriendo hacia el psiquiátrico. Estaba totalmente enojado con su madre por haberle hecho perder el tiempo tratando de "curar" a Félix

Ella sabía mejor que nadie que el no veía como algo raro aquellas relaciones. Pero ella quería que su hijo fuera de una "Mentalidad normal"

Bajaba las escaleras con algo de rapidez, con una cara de frustración que su hermano y su madre lograron percibir a lo lejos. Freddy lo miro preocupado mientras que su madre ya sabía el porque de la expresión de su hijo

La madre de el azabache se acercó a este, el chico solamente mantenía su cabeza baja. Ambos caminaron a un lugar algo apartado de la casa, donde podían hablar a solas

- ¿Y bien? - Comento fríamente su Madre - ¿Lograste curarlo?

- No, y creo jamás lograré curarlo - Comento enojado

- Pero tú eres Fred, Fred Anderson... ¡Eres un Anderson y no puedes rendirte! - Su madre llevo sus manos a si cintura, con una expresión de deshonra en su mirada

- ¡Si, ¡Soy Fred Anderson! ¡Soy tu hijo! - La miro con furia, unas cuantas lágrimas traicioneras estaban en los ojos de el azabache, su furia estaba siendo combinada con su frustración, el no haber disfrutado su infancia, el no poder ser libre - Y lo detesto, detesto ser un Anderson.. ¡Detesto tener una mentalidad más abierta que la todos! ¡Odio que personas inocentes tengan que ser curadas o asesinadas por "Ser diferentes"... ¡Yo detesto todo esto!

Fred dirigió una mirada enojada a su madre, la rodeó y camino hacia la salida

Varios invitados se despidieron de Fred a lo lejos. Fred ni se inmutó en devolverles el saludo, ya sabía que estaban ahí por el dinero y por fama.. nada más eso

- ¿Fred? - Una voz detuvo el caminar de el azabache, el cual tenía la mano en la perilla de la entrada - ¿Tan rápido te vas a ir, hermano?

El chico de ojos carmesí se detuvo un momento, vio como si hermano trataba de alcanzarlo, empujando con rapidez las ruedas que poseía aquella silla de ruedas en la cual se la pasaba la mayoría de el tiempo.

Fred dejo su frustración de lado, todo por la dulce actitud de aquel chico de pelo castaño. Al llegar frente a frente con su hermano se agachó para abrazarlo, nesecitaba algo de cariño antes de irse, y no tener ese mal sabor de boca todo el día

- ¿Está todo bien? - Pregunto Freddy mientras correspondía el abrazo

- ¡Claro! - Se separó de el abrazo, mostrándole una sonrisa tranquila y muy bien fingida a su hermano - ¡Todo está súper bien!

- ¿Seguro? - Volvió a cuestionar aquel castaño

- ¡Segurisimo! - Le dedicó una mirada alegre y decidio levantarse - Es solo que hace mucho que no te había dado un abrazo - Dijo excusándose

- ¡Pero sabes bien que soy tu hermano menor, puedes abrazarme las veces que quieras! - Grito mientras veía como su hermano le daba la espalda y abría la puerta principal - ¡Adiós Fred, te veré luego!

- Hasta luego hermanito - Dijo antes de cerrar la puerta

- ¡Freddy! - Lo llamo a lo lejos una voz muy aguda, la cual se acercaba con rapidez a el chico - Ven, mis padres están ocupados con sus "Asuntos especiales" - Dijo con cierto fastidió en lo último dicho - ¿Vamos a el jardín a buscar mariposas?

- Claro, pero antes - Saco de su saco un bella rosa - Esto lo encontré en el jardín ayer en la tarde  - Aquella rosa se la dio a la chica - Toma, es para ti

¡¡No estoy Loca!!  ×Freppet×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora