Capítulo 4

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 Algo en mi pecho se calienta. Y una flor que creí marchita, florece ¿Acaso es esperanza? Lo había enterrado tan profundo, que ya me había olvidado por completo lo que se sentía. Aqui...los dias parecen años. 

   - Habla. - le digo a Lucifer, manteniendo mi expresión calmada, aunque él y yo sabemos que no lo estoy. Pero es que temo emocionarme por algo que podría ser mentira. Lucifer podría estallar a carcajadas y decir que solo bromeaba. Y una vez más me unire a la oscuridad...

 Espero paciente mientras él se relaja en su sillón y se acomoda. Su mirada nunca abandona la mía. Y puedo ver, por unos segundos, la indecisión y pienso que seria igual que me golpearan en el estómago. Porque si se arrepiente, sé que posiblemente no habrá otra oportunidad. Aprieto los puños ligeramente, conteniendo la rabia que amenaza con consumirme. Hace mucho que me sentia asi y una parte de mi se alegra. Pero la otra piensa que la esperanza solo es un arma de destrucción que no hace más que romper tu espíritu. "Eso está por verse"

   - ¿A qué le temes? - digo intentado quitar sus dudas. 

 Se apoya en el respaldo y ladea la cabeza

   - Temo por ti. - dice de repente y luego pestañea confundido, como si no fuese eso lo que quería decir. O lo que no debía decir. Y ahora me encuentro extrañada. ¿Por favor? ¿Lucifer temiendo por mi?  Decido ignorar su comentario. Por su propio bien y mio. 

   - Soy fuerte ¿Lo recuerdas? - levantó el mentón. - Ahora, dime. 

 ¿Que tan malo puede ser? Se recupera y se sacude frunciendo el ceño y su expresión confundida es reemplazada por una de seriedad y un resentimiento que jamas habia visto. 

   -Bueno, Emma. -dice y puedo ver como las venas de sus brazos se hacen visibles. Esta molesto.- Los Mayores no son simplemente demonios.- me mira a los ojos y me paraliza su mirada. - Ellos son híbridos.

 Pestañeo y eso es todo lo que puedo hacer a la vez que siento como un agujero se abre a mi alrededor. Me siento mareada y sorprendida de la forma más horripilante posible. 

   - ¿Que? - digo con apenas un hilo de voz.

 Lucifer se cruza de brazos y mi mira como diciendo: Te lo dije. Suelto un suspiro tembloroso y proceso la bomba que acaba de tirarme. Me refriego la cara con las manos e intento despejarme. "Esto es real. Él dijo lo que dijo" Tragó saliva. De acuerdo. Los Mayores son...híbridos. Como yo.

   - Continua. - le digo a Lucifer, sabiendo que necesito conocer toda la verdad y que si bien todo esto supone un estupor, sentirme asi no va a lograr que el mundo se salve. Solo la verdad lo hará. O al menos cambiará las cosas. 

 Los ojos de Lucifer brillan con algo parecido a la fascinación 

   - Interesante. - sonríe de lado. - Así es, Emma. Híbridos. - mueve la mano y su libro desaparece en un nube negra. - Asumo que tu padre te contó sobre Gabriel y todo lo que ocurrió con tu madre. - me mira de reojo y se ríe. Mi cara esta roja de rabia ¿Como se atreve? La habitación tiembla 

   - No vuelvas a mencionarlo. No tienes derecho. - le muestro los colmillos y mis garras crecen.- Y si. - gruño, enfocandome. - Sé de lo que hablas.

   - Bien. - entrecierra los ojos. - Hace 17 años, el trato con Gabriel era mucho más que solo ayudarlo a romper a tu padre. - su mirada se sumerge en los recuerdos. - Cuando tu madre vino a verme aquella vez que la deje ir...pude sentirte. Pude sentir la vida creciendo en su vientre. Y sabía que iba a ser muy fuerte. - me mira brevemente - Pero también sabía que Lilith no te daria libremente. Así que luego de haber cumplido mi parte, hice que Gabriel me ayudara, amenazandolo con exponer su traición. - ronronea - No hace falta mencionar que no dudo en hacerlo. Tan poderoso como es, su cobardía y egotismo fueron mucho más grandes.

Pacto Final (Libro 3) [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora