No creo que alguien pueda dormir en la noche. Ni siquiera los mismos ángeles.
El miedo es muy tangible pero también lo es la esperanza. Las legiones nos darán la oportunidad que necesitamos. La que no debemos desperdiciar. La última.
Cuando la reunión acabo, solo quise irme a mi habitación. Todos, de hecho, lo hicieron. Me rehusó a pasar el tiempo con mis amigos como si fuera una despedida.
Porque no lo es. Para nada.
Lucifer lleva horas postrado cual tapete en ese odioso sillón, en un silenció mortal. Empiezo a pensar que el Ex Rey del Infierno me está haciendo la ley del hielo por lo que ocurrió en la reunión. Mejor dicho, por las cosas que le dije.
Y el algo que me pone los pelos de punta. Me indigna su actitud. ¿Quien demonios se cree para hacerse el ofendido? Después de todo lo que nos ha hecho pasar. Después de que todo esto es por él. Todo su culpa, por esa codiciosa y narcisista actitud de <yo rompo todas las reglas y hago lo que quiero>
Y puedo decir que por su aura cada segundo más oscura, que él sabe perfectamente lo que pienso. Y que tampoco lo dejaré de pensar.
- Tengo una idea, querida. - su voz es hielo cortante y me tenso. - ¿Que te parece si dejas de mirarme como si quisieras sacarme la cabeza? - gruñe y el vínculo me transmite su molestía clara y verdadera.
Ladeó la cabeza. Realmente no me había dado cuenta que lo miraba de esa forma. Pero me divierte que no sepa que lo que dice solo me alienta a seguir haciéndolo.
¿ Quien iba a pensar que Lucifer se convertiría en tan solo dos meses en un viejo refunfuñando en un sillón? A veces me olvidó que este vínculo es intenso en ambas direcciones.
- Creí que ya lo hacía siempre. - le regaló una sonrisa seca y vuelvo a recostarme. Me puse un traje de camuflaje negro que me trajo mamá hace unas horas porque realmente no podía esperar y dudaba que pudiera ponermelo correctamente llegada la hora de irnos, por la distracción, el nerviosismo y todo eso.
No sé qué hora es, pero no deberá faltar mucho para irnos. Puedo sentir como si todo el cielo estuviera tenso. Aguantando la respiración. Esperando.
Solo puedo cerrar los ojos y tranquilizar mí respiración.
Me adentro en mí ser. Recorro mí poder. Sintiéndome bien y protegida. Sé que podría hacer volar la habitación en menos de un segundo si quisiera y eso me aterra. Pero no es ahí donde me detengo.
Hay una parte donde no puedo llegar. Algo en mi interior, diferente a todo, lo puedo percibir. Algo que se oculta detrás de unas puertas oscuras.
Un diferente tipo de poder. Algo brillante y cálido que se filtra por las grietas y de la que mí oscuridad escapa.
Recuerdo esa noche en el lago con Beleth, cuando me introduje hasta el fondo y pude jurar ver la luz salir de mí. Realmente pensé que está delirando y que había llegado a mi punto quiebre de cordura. Pero está ahí. Realmente existe.
Y una parte de mí es curiosa. Pero la otra, simplemente quiere enterrar eso y olvidar que existe. No puedo creer que tanto poder sea algo bueno. Por no mencionar que posiblemente me perdería a mí misma.
Es algo bueno que no sepa ni como abrir esa puerta.
Siento el colchón hundirse bajo el peso de Lucifer y vuelvo al mundo real. No me muevo, no respiro. Estando tan cerca me es imposible pensar con claridad y diferenciar mis propias emociones de las suyas. Es una pesadilla.
Y en este momento no sé decir si la inquietud es mí o suya.
- Emma. - dice mí nombre como quien tiene su chocolate preferido en manos, pero no puede comerlo.
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Pacto Final (Libro 3) [TERMINADO]
Teen FictionTercer y último libro de la Trilogía El Pacto.