Capítulo 18

228 30 8
                                    

Las voces que se escuchan a través de la bruma se mezclan y con cada segundo el sonido se hace más fuerte y claro. Discuten.

Soy consciente de mí cuerpo y del frío que me envuelve como una manta. Mis dedos se sienten entumecidos y poco a poco, con dificultad, logro abrir mis ojos empujando contra mis párpados que se sienten pesados, como si estuvieran pegados.

La luz me ciega por un momento y luego todo a mí alrededor va tomando forma. Siluetas de apresuran a mí lado y sus rostros se ven un poco borrosos, pero reconocería sus voces a kilómetros.

   - ¡Oh dios mio, Emma, estás bien! - mí madre chilla y llora al mismo tiempo

Quiero alcanzarla para tranquilizarla pero no puedo moverme.

   - No te esfuerces, cariño. Tienes que descansar. - mí padre habla y aunque su voz es suave, también percibo el temblor en ella.

Mí mente está confundida, no entiendo nada. Pero tampoco logro abrir la boca para hablar.

La negrura se trasforma en flashes de los eventos. Entonces lo recuerdo: Los Mayores. La cueva. Los cálidos brazos de Lucifer. Su sangre en mis manos.

Rápidamente busco dentro de mi. Nada. Mi poder esta en silencio...y el vinculo ha desaparecido. Me sacudo de manera involuntaria, demasiado conmocionada como para aceptar lo que esto significa. Necesito levantarme.

Mi padre parece leer mis pensamientos, porque me ayuda a sentarme. Algo frio rebota en mi pecho y cuando bajo la vista me encuentro con un collar colgando alrededor de mi cuello, con una hermosa y brillante piedra roja. La toco con la punta de mis dedos y puedo jugar que emite unos pequeños zumbidos. Dejo caer mi mano.

Trago saliva. Realmente no se que decir. No creo poder siquiera pronunciar las palabras. Pero lo intento.

-¿Esta él... - no puedo terminar la frase

Mantengo mi vista en un lugar del suave acolchado blanco, esperando.

- Si. - mi padre se aclara la voz - Lucifer ha muerto, Emma.

Lo sabia. Pero escucharlo es como un golpe. Estábamos conectados y de pronto él se ha ido. Es un vacío diferente, no puedo decidir si bueno o malo.

- ¿Por qué no estoy muerta? - pregunto lentamente. Recuerdo haber dejado de sentir todo. Recuerdo la negrura tragarme poor completo. Me sentí morir.

Mi madre agarra mi mano y la aprieta. Levanto la cabeza y me topo con sus ojos humedecidos.

- Él te libero, Emma. Él te... - sacude la cabeza y veo cierta gratitud y desconcierto en su mirada. - Corto el vinculo antes de morir.

Estoy pasmada. ¿Por qué lo haría?

- Nosotros nos preguntamos lo mismo- mi padre ve la pregunta en mis ojos y se sienta en la punta de la cama. - Todo fue una trampa. No había ejercito. No había nada esperando allí, solo ellos.

- Alguien les aviso. - aprieto las manos en puños esperando ese estallido de energía, pero no llega. Pestañeo y miro extrañada mis manos.

- Así es. Uriel esta furioso. No querrás verlo así. - mi madre hace una mueca y me observa atentamente. - El collar que llevas suprime tus poderes, Emma. Es la piedra que estaba en la espada de Lucifer al caer. La única tan poderosa como para suprimir el poder demoniaco que llevas. - me da una mirada triste. - Tuvimos que ponértelo. Sin el vinculo, te volviste inestable.

Asiento. Entiendo. Realmente entiendo. Pero se siente tan raro. Ya no tener el poder de proteger a los que amo contra Los Mayores...

Me paralizo completamente y cierro los ojos, dándome cuenta de otra cosa. Otro golpe tras golpe. Lucifer era el único que sabia como detenerlos. Él estuvo a punto de decirlo. Quiero creer que estuvimos cerca, pero no creo que alguna vez hayamos tenido una oportunidad.

Pacto Final (Libro 3) [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora