EL Psicópata - BaekHyun (Versión Original)

008

Abrí la puerta de la habitación de Baekhyun y allí se encontraba él, tirado durmiendo. Reí por dentro y me acerqué a él y lo observé detenidamente. Era tan tierno e inocente cuando estaba dormido, todo lo contrario a lo que era cuando estaba despierto. Le empecé a mover el hombro.

-Baekhyun despierta.-le dije. Él abrió los ojos de golpe y al verme sonrió. Esa sonrisa, por Dios.

-Hola (Tn)___.-dijo mientras se sentaba. Se sobó los ojos y pestañeó varias veces.

-¿Sigues con sueño?

-La verdad es que sí.-solté una pequeña risa.

-¿Y tienes hambre?

-Gracias por hacerme recordar que me estoy muriendo de hambre. Tengo tanta hambre que hasta puedo oler comida de Subway.-dijo entre risas.

-¿Ah sí? Pues es tu día de suerte porque te traje algo.-él arqueó una ceja.

-¿Qué cosa?-preguntó curioso. Ante la respuesta a su pregunta saqué una bolsa que tenía un sándwich y un paquete de papas fritas lays. Él sonrió abiertamente y luego me miró.-No debiste.-dijo entre risas.

-Mira, tienes dos simples opciones: tomarlo o dejarlo.-él se abalanzó sobre la bolsa.

-No te das una idea de lo mucho que te quiero en estos momentos (Tn)___.-yo solté una carcajada mientras él comía.-Espera.-dijo mientras dejaba de comer.- ¿ésta es una de tus estrategias de tu psicología barata?

-No.-contesté sonriente. No sé por qué razón, pero creo que hoy la sonrisa no me la sacará nadie.

-¿Tiene veneno para ratas?

-Tampoco, ni que fuera un monstruo.-él rio y siguió comiendo.-Ay pobrecito, estabas muerto de hambre. –Dije burlona

-Como ni te lo imaginas.-contestó para luego volver a comer.

-No puedo creer todavía que la comida de aquí sea tan horrible

-Y eso que lo que probaste es de lo "mejor" de aquí

-Oh por Dios, qué asco.-él soltó una risa.

-Dímelo a mí.-dijo entre risas. Yo reí con él. Esperé a que termine su sándwich para continuar hablando, y cuando lo hizo dejó la basura y me miró.

-¿No hay algo que tengas que decirme?-pregunté con una sonrisa victoriosa. Él rodó los ojos.

-Gracias... –suspiro- por haber hecho esto por mí.

-Disculpa, ¿qué dijiste? No pude escucharte –dije divertida

-Yo...no volveré a decirlo.-contestó entre risas.

Lo miré fijo a los ojos y él hizo lo mismo. Sonreí al ver que su mirada ya no era fría y distante como ayer, era diferente. No sé bien cómo explicarlo, pero sé que ya no debe tener tantos sentimientos de odio hacia mí como ayer.

-T...tú...tienes una hermosa sonrisa.-dijo algo tartamudo al principio.

-¿Eso fue un halago Baek?-pregunté arqueando una ceja.

-Pues...supongo.-dijo nervioso. Yo solté una pequeña risa.

-Gracias.-le contesté.-Pásame la basura.-él me extendió el brazo con los restos de la comida y los escondí en la bata blanca.-No tienes que decirle a nadie de esto, sino me matarán antes de que tengas la oportunidad de hacerlo tú.-él soltó una sonora carcajada.

-Tranquila, no diré nada.

-Prométemelo.-dije entre risas.

-Lamento decirte que con eso no te voy a poder consentir, los asesinos no hacemos eso.

-Pero tú no eres como los demás asesinos, ¿o sí?-le dije desafiante. Él sonrió abiertamente.

-JA! Ya sabes cómo convencerme.-yo reí.-Está bien, lo prometo.

-Así me gusta, ahora te dejo para que puedas ir a tu clase de arte.

-La única clase en donde puedo hacer algo productivo. –Sonrió como niño pequeño

-Nos vemos mañana.-dije dándole un beso en la mejilla.

-Hasta mañana, bonita.-susurró él sobre mi oído haciendo que me estremeciera de pies a cabeza. Me levanté rápidamente para que no lo notara y me fui. "Ay (Tn)__ necesitas urgente una ducha fría, maldita caliente" me regañé a mí misma.

Hice la rutina que hacía siempre al salir del trabajo y me fui para mi casa, sin poder dejar de pensar un solo segundo cómo mierda voy a hacer para enamorar a esa piedra sin enamorarme yo de él.