Eres mi vida- Luciano Pereyra (#EE2)

capítulo 2

Hoy le hicieron muchos estudios a _____, y no vieron nada malo, llegaron a la conclusión de que solo fue una puntada. Según el Doctor Paul, puede haber sido por haber estado tanto tiempo quieta (dormida) y fue una respuesta de su cuerpo al moverse. Algo así.

Y claro que _____ se asustó, era la primera vez que le pasaba.

La dejarían hoy todo el dia, y mañana a primera hora le darían de alta.

-me quiero ir-- dice haciendo una mueca.

-mañana, pequeña-- le respondo abrazándola.

-¿que pasó con el tipo del auto?-- pregunta levantando un poco su cabeza para mirarme.

-ya lo encontraron. Va a estar unos días en la comisaria hasta que se pueda hacer el juicio. Esta tarde va a venir un oficial a tomarte la declaración.

-bueno-- responde y me abraza nuevamente.

...

-si sigues así no voy a poder nunca sola-- responde cruzándose de brazos.

Hace una semana le dieron el alta, y hoy es el juicio. Obvio que tenemos que ir con un abogado, el cual ya se está encargando de todo.

-no puedes sola, para eso estoy yo-- respondo tomando su zapatilla.

-gracias por tu apoyo eh-- dice sarcásticamente y yo sólo rio-- puedo atarme mis zapatillas sola.

-¿con una sola mano?-- pregunto haciéndole recordar que tiene un brazo enyesado. Ella solo bufa.

Luego de ponerle las zapatillas a la princesa, la ayudo a bajar y vamos al auto.

Estamos casi toda la mañana en la sala de juicio. Al final le dieron 10 años de cárcel, por conducir a alta velocidad... Y ebrio.

Volvemos a casa y _____ se recuesta en el sofá cuidadosamente, dejando a un lado sus muletas.

—¿como te sientes?— pregunto mientras la imito.

—cansada— responde en un susurro. La abrazo al tiempo que hundo mi cara en su cuello.

—te amo mucho ¿sabes?— susurro, y siento como se retuerse por sentir mi respiración, se que le causa cosquillas.

—yo también te amo— susurra— ¿te puedo decir algo?— pregunta tímida.

—claro que si— respondo y Comienzo a acariciar su brazo.

—te sentí... Cuando estabas conmigo en el hospital — susurra, mi corazón latía muy fuerte, no se porque.

—estaba muy mal... Tenía miedo de perderte— susurro, y mi voz se quiebra en la ultima palabra. Ella se separa un poco para mirarme.

— nunca, siempre voy a estar contigo— dice con una sonrisa, la beso, luego la abrazo cuidado de no lastimar su brazo.

—hay... Hay algo que debo decirte— digo decidido, es ahora o nunca.

—¿que?— me mira temerosa. Me levanto y voy hasta nuestro cuarto, y en mi mesa de luz lo busco.

Saco la pequeña cajita aterciopelada, color roja, la abro para ver, y si, el anillo plateado, con la perla rosada está ahí, tan bello como cuando lo compré.

Vuelvo a la sala y ____ está mirando un punto fijo. Me acomodo a su lado y comienzo a hablar.

—¿sabes? no quería hacer esto así. Yo... Quería hacerlo lo más extravagante posible, lo mejor para ti.. Los dos solos en el mejor restaurante, una reservación privada, poder recordar las mejores anécdotas juntos, luego poder decirte todo lo que siento por ti, y que estoy seguro de que es la mejor decisión que tomé en mi vida— creo que sabe de que hablo, Pues sus ojos se llenan de lágrimas a medida que voy hablando— luego comenzaría a decirte que lo que mas quiero es poder estar el resto de mi vida junto a vos— cierra sus ojos mientras pequeñas lágrimas caen por sus pestañas, creo que se está imaginando la escena—, que quiero formar una familia junto a vos, y poder despertarte todos los días con un desayuno, que cocinemos juntos y... También verte entrar con un hermoso vestido blanco, que tus hermosos ojos brillen y... Ambos demos el sí en la iglesia y en el civil... ¿te quieres casar conmigo?— pregunto y ella abre sus ojos como dos platos, mirándome y un mar de lágrimas cayendo por sus mejillas.

Se lanza a mis Brazos y me abraza muy fuerte.

—te amo, te amo, te amo— susurra con la voz quebrada— ¡si! Me quiero casar con vos— dice y pequeñas lágrimas comienzan a caer de mis ojos... Dios, la amo tanto.

— te amo muchísimo, hermosa— susurro y mi voz sale quebrada.

No puedo estar mas feliz.