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En la amplia sala de la casa, se encontraba kyle aun saboreando el etílico sabor del ponche en sus labios, mientras que una rubia desconocida lo rodeaba con sus brazos y contoneaba su cuerpo al ritmo de música carente de sentido, siendo honesto al kyle no le desagradaba el roce de la pelvis de la chica contra su muslo.

-Eres muy lindo – susurro la cita de Kenny al oído del pelirrojo, colgándose de su cuello

Ella mordía su labio inferior y recargaba sutilmente su pecho contra él, Kyle volteo a ver el rincón donde se encontraba Cartman, aparto la mirada en cuanto el judío volteo y pasó desapercibido para el delgado chico, Erick estaba sentado junto a Heidi que reía de forma artificial y acariciaba los bíceps del castaño.

-Tú también lo eres –murmuro colocando su mano en la espalda baja de la chica ante la celosa mirada de Cartman

-Ves te dije que todo iría sobre ruedas, sabía que Kenny no dudaría en dejar a su cita si butters se echaba a llorar – dice Ericka señalando con sus ojos a Kyle y Cartman mientras baila lento con Stan

-Eres muy lista

-Qué bueno que lo reconozcas – ella sube sus manos hasta su cara y la toca con delicadeza como si tocara una reliquia y ambos sonríen

-Tengo tantas ganas de besarte – dice acercándose lo suficiente a la cara de la chica

-No crees expectación y hazlo, imbécil – dice en torno de orden y abriendo los ojos con desespero

Stan solo suelta un bufido divertido y se besan con ternura y deseo, ignorantes de que alguien los observa desde las escaleras.

-¿Ya te encuentras mejor, amigo? – pregunta Kenny con genuina preocupación a su pequeño amigo

-Si solo necesitaba aire- dice el rubio intentando evitar la mirada de Kenny para que no sepa que miente – lamento que no puedas disfrutar con esa chica

-Eso no es importante- Kenny expresa sinceridad, pues la verdad ella solo fue un desesperado intento de poner celoso a butters, pero cuando lo vio con los ojos vidriosos no pudo evitar sentirse culpable y mezquino pues deseo que el pequeño y tierno chico sufriera – Créeme de haber continuado con la noche como iba solo hubiera terminado con ladillas – bromea ken

-Ericka dijo lo mismo

-¿Quién es Ericka?- pregunta desconcertado

-Digo Erick- responde nervioso el rubio, su acompañante arquea una ceja –Es que ya sabes todo esto de las fiestas me confunde

-Okey – dice en tono de desconfianza

Kyle sigue mirando a la chica frente a él, parece deseosa, lo demuestra con el contoneo de su cuerpo y la forma en que lo toca, Kyle nunca ha sido el tipo de chico que tiene enredos de una noche, pero no puede negar que esa chica es bonita, tiene un rostro angelical con una sonrisa maliciosa que le recuerda a su némesis, tal vez por eso le gusta, por el aire familiar que le recuerda a Cartman.

-Me gusta cómo me miras- dice la chica moviendo sus caireles cobrizos

-Es que eres muy bonita – contesta con un tono gélido

-Gracias- dice con una risa falsa -¿Te gustaría besarme?

Kyle se queda helado, no esperaba esa proposición, pero antes de poder negarse, la chica lo empuja hacia su rostro, sus labios se rozan sensualmente, es un beso carente de sentimientos ambos lo saben, pero está lleno de pasión momentánea, sus alientos con sabor a alcohol se mezclan en el movimiento de sus lenguas, sus cuerpos están uno contra el otro, Kyle tambalea un poco pues la chica del cabello color cobre está recargando todo su peso contra él, no es una presión agradable como la que siente cuando se acuesta en el pasto y cartman se tumba sobre su estómago.

El peor escenarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora