CAPÍTULO 1: Génesis

52 2 0
                                    

SOLSTICIO DE MUERTE
Una historia original de Brandon Padilla

Guadalupe, Chihuahua.
Solsticio de invierno, 21 DE DICIEMBRE DE 2016

El atardecer comienza a vislumbrarse en el horizonte de la pequeña ciudad fronteriza de Guadalupe, una localidad de aproximadamente 2,000 habitantes. Alejado de la civilización, al lúgubre poblado le tocó la mala fortuna de estar ubicado en las inmediaciones del famoso Río Bravo, un sitio marcado por la muerte de aquellos inmigrantes que han decidido abandonar su país de origen en busca de más y mejores oportunidades.

Durante los últimos 7 días, Guadalupe ha sido brutalmente atacada por un demente asesino en serie, que ya ha cobrado la vida de 5 víctimas inocentes. Sin embargo, los métodos de asesinar del atroz psicópata son enfermizos, bizarros y bestiales… Parece que ha seguido métodos de tortura muy parecidos a los que se utilizaban en tiempos de la Santa inquisición… La primer víctima fue una mujer de aproximadamente 40 años. Falleció cortada a la mitad. Después del análisis del cadáver, se determinó que la fémina fue colgada con la cabeza hacia abajo y cercenada desde sus partes íntimas hasta partir su cráneo en dos. Las siguientes víctimas fueron hombres de entre 30 y 35 años, cuyas extremidades fueron separadas con violencia de sus cuerpos. Las últimas personas asesinadas fueron dos mujeres jóvenes, menores de edad. Ambas murieron decapitadas. Sus cabezas no han sido encontradas todavía.

Harto de la feroz ola de violencia que ha atacado su pueblo natal, el detective Isaías Balmaceda ha decidido poner manos a la obra, dispuesto a descubrir la identidad del psicótico asesino que ha destruido la pacífica vida de los habitantes de Guadalupe.

Sin embargo, el criminal ha sido tan audaz al momento de cometer los homicidios, que no ha dejado ni la más mínima evidencia que pueda inculparlo y revelar quién es en realidad...

La ira azota el temperamento de Isaías, quién, invadido también por la frustración, está al borde de un colapso nervioso a causa de la falta de respuestas generada por la impecable forma de actuar del asesino oculto en las sombras de Guadalupe.

Su esposa, Andrea, al verlo en tan mal estado, decide hablar con él y tranquilizarlo…

Andrea: Isaías, no puedes seguir atormentándote con lo que está pasando. Encontrar al criminal es labor de la policía, a ti no te corresponde hacerlo. ¡Tranquilízate! ¡De nada sirve que te pongas como loco a gritar!

Isaías: ¡Entiende Andrea! ¡Hay un psicótico allá afuera matando a quien se le ponga enfrente! ¿Te imaginas que un día entre por la noche a nuestra casa y nos mate? ¡Tengo muchos motivos para estar preocupado! ¡Debo protegerte a ti y a Dylan! ¡Las autoridades no harán nada para atraparlo!

Andrea: Cuando te calmes hablamos Isaías. No puedo seguir conversando contigo si estás tan alterado.

Andrea abandona la oficina de Isaías visiblemente molesta por la terquedad de su esposo de querer involucrarse en una situación muy peligrosa…

María, el ama de llaves de la familia, consternada después de escuchar la discusión de sus patrones, observa a Andrea llegar llorando a la cocina…

María: ¡Señora Andrea! ¿Qué pasa? ¿Por qué está llorando?

Andrea: Ay María, te juro que ya no puedo con esta angustia. Isaías está obsesionado con encontrar él mismo al asesino y no sé cómo quitarle esa estúpida idea. Aunque, te seré muy sincera, sí tengo miedo de que podamos ser las próximas víctimas...

Y el carácter impulsivo de Isaías lo orilla a abandonar su casa en medio de la oscuridad de la noche, dispuesto a encontrar aunque sea una mínima evidencia que ilumine su camino en la búsqueda del homicida que ha aterrorizado su natal Guadalupe.

SOLSTICIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora