Sus tacones resonaban con gracia sobre aquella loza color negra, acompañado con el sonido de la suela de zapatos de sus acompañantes que en ese momento eran 8 hombres, siendo su persona quien iba en medio de todos ellos y a un paso adelante, aquel vestido rojo pegado a su cuerpo que moldeaba tan bien aquellas curvas que poseía, con un escote en forma de V que mostraba su espalda, su cadera moviéndose de un lado a otro con coquetería y elegancia, aquel redondo y pomposo trasero que tan apetitoso se veía resaltaba aun mas con tan precioso vestido, su cabello recogido en un elegante peinado que no duró por mucho cuando este caía sobre su espalda.
Al llegar al final del pasillo todos doblaron en una esquina a la izquierda en donde los esperaba otro hombre con una camisa blanca perfectamente planchada en manos siendo tomada por aquel tan fino personaje, levanto su brazo, dirigiendo su mano a la raíz de su cabello postizo, enterrando sus uñas de acrílico sobre la piel falsa tan bien ocultada que conectaba ligeramente con su sien, frente y toda la extensión en donde iniciaba la raíz de cada cabello de esa zona, empezaba a arrancarlo hasta quitárselo todo y dejando la peluca tirada en el pasillo por el cual en ningún momento habían dejado de caminar, dejando ver su cabello real, mataban a toda aquella persona que siguiera con vida las cuales ya no eran muchas, llegaron a las puertas de dos elevadores, en donde afuera esperaba otro sujeto con un par de zapatos y pantalón, dividiéndose en dos grupos para así entrar todos, una vez dentro del elevador donde habían 6 y en el otro 5 personas contándolo a el, empezó a quitarse aquel vestido y zapatillas junto con el brasier que sostenía sus pechos falsos de plástico siendo reemplazado por la camisa, pantalón y zapatos que antes había tomado, al llegar al primer piso se abrieron las puertas y al salir los esperaba un hombre con lentes oscuros que se quito al ver aquel hermoso muchacho. Su jefe.-Ya todos sus hombres están en las camionetas afuera esperando y las bombas pueden ser activadas en el momento que usted indique.
-Perfecto, todo salió como planeamos, toda evidencia o cualquier intruso que quede desaparecerá -dijo para el y para todos, continuaron con su caminar, el lugar ahí ya era mucho más grande al ser la entrada de aquel lujoso casino, dos pasillos a cada lado: derecha e izquierda en donde a la derecha se encontraba una hermosa mujer sobre el piso, aun viva pero muy herida uno de sus hombres apuntó a ella con su arma de 60 calibres.
-Alto -levantó su mano en señal de que se detuviera, se acercó a la muchacha y se puso en cuclillas frente a ella- Eres muy hermosa, serias un gran juguete para divertirme, si vienes conmigo no te faltara nada, tendrás todo el lujo que quieras, que dices preciosa?
-Púdrete -Dijo ella escupiéndole en la cara y el cerró los ojos- no me convertiré en esclava de nadie.
Empezó a chistar su lengua en negación limpiando su cara con asco -Muy mal linda, muy mal, desperdiciaste tan grande oportunidad que a muy pocos se les presenta -Diciendo aquello tomo el arma del hombre que antes le había apuntado a la muchacha, disparó en ambas piernas y sus ligeros gritos de dolor no se hicieron esperar.
-Tómenla y tráiganla hagan a que no sangre mucho, la quiero viva.
-Pero señor, le acaba de faltar el respeto ¿y aun así la perdonará?
-¿Quien dijo que la perdonaría? -en su rostro se formo una sonrisa macabra y sádica llena de maldad- amárrenla bien y súbanla a una de las camionetas, vámonos, activen las bombas -ordenó- nuestro trabajo fue hecho.
Y todos hicieron lo que se les fue ordenado, subió a una camioneta y observo desde adentro el lugar por ultima vez viendo como desde arriba iniciaba la explosión, sonrió para si mismo con satisfacción y ordeno que arrancarán.
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El Es La Muerte (Homosexual)
RandomLa Bratvá, conocida como la mafia más sádica que podría existir, los mejores asesinos pertenecientes a esta. ¿Que pasaría si alguien o mas bien una organización de mafia se atreviera a hacer algo en contra de la Bratvá? Una nueva misión se encomiend...