El beso que jamás se dio

346 23 6
                                    


Capítulo 2

El beso que jamás se dio

Kurumi miraba a Shido con sorpresa y temor mientras él sólo le miraba con desprecio y tristeza. La fría noche había llegado tiempo atrás y pronto comenzaría a nevar una vez más. El silencio reinó por unos segundos ya que ninguno quería decir nada, no querían hacerlo pues se iban a herir con palabras. La joven miraba de reojo a Shido notando la falta de brillo en sus ojos.

— ¿Qué haces aquí? — Preguntó Shido dispuesto a saber las intenciones de Kurumi.

El espíritu no tardó en darse cuenta que el chico que un día le amó ahora le despreciaba.

— Vine a visitarte. — Respondió ella en un tono serio.

— Después de todos estos años, la gran Tokisaki Kurumi se digna en visitar a alguien como yo, me siento halagado. — Al escuchar las palabras que Shido pronunció Kurumi sintió un dolor. — Dime, ¿cuál es la razón de tenerte enfrente? — Preguntó él con evidente desprecio por la chica.

Kurumi sabía a la perfección que Shido era la única persona en que podría confiar, pero la historia entre ambos no había sido del todo perfecta.

— Necesito tu ayuda. — Soltó ella sin agregar nada más.

Shido parpadeó un poco para después echarse a reír. ¿Acaso era verdad que Nightmare necesitaba su ayuda cuando en el pasado ella había demostrado ser capaz de hacer todo ella sola? Él no creía en sus palabras, él no quería creer en las palabras de Kurumi.

— Sigues siendo muy graciosa, pero, sí son verdaderas entonces estás frente a la persona equivocada. — Contestó Shido parando en seco su risa. — Hace años que deje de ayudar espíritus, bueno, sólo quedan al menos tres y nosotros somos dos de ellos.

— Lo sé. — Respondió Kurumi desviando su mirada al suelo. — Sé que sólo quedamos nosotros tres, pero-

— ¡Pero nada! — Interrumpió Shido a Kurumi quien calló al oír la voz molesta de Shido. — Me dices que me amas, sucede lo de Asia y te largas diez malditos años a no sé dónde y regresas buscando mi ayuda. — Kurumi podía apreciar como Shido apretaba sus puños mientras veía al suelo. — ¿Por qué eres así, Nightmare?

Al oír como Shido la había llamado, Kurumi se dio cuenta lo mucho que ella lo había lastimado. ¿Habría perdón? Ella no lo sabía, ella ya no sabía nada y ella tenía miedo, un miedo que hace tiempo ha tenido en su alma. No tardó mucho tiempo en darse cuenta que sus ojos se llenaron de lágrimas y que estás descendían por sus mejillas, no tardó nada para darse cuenta que cada palabra que Shido le daba la herían como nadie lo haría. Ella se lo merecía, se merecía ser odiada por el chico que tenía en frente y sabía que no debía insistirle, de nada serviría ahora.

— Te sigo amando, ¿lo sabes?

Kurumi lloró más al oír tales palabras. Itsuka Shido desde el comienzo, desde el inicio de su vida al tratar con espíritus comenzó a desarrollar sentimientos por las chicas a quienes ayudaba; de todas las chicas a quien ayudó, sólo una lo llegó a enamorar tan profundamente como otra lo había hecho anteriormente. Un día, después de haber tratado con Hermit, llegó a su vida la chica a la que había jurado sacarla de la oscuridad. Tokisaki Kurumi había aparecido en su vida. Lamentablemente, todo lo bueno tiene su lado negativo y ese era precisamente la propia Kurumi, un espíritu que sencillamente era diferente al resto, uno que se negaba a ser salvada y que ahora lo buscaba a él.

— Te busque día y noche por un año. — Pronunciaba Shido quien dio unos pasos en dirección a Nightmare. — Lloré día y noche por mi hermanita y el resto de las chicas.

Bring me more time to be with youWhere stories live. Discover now