Una vez en el jardín, Harry camino por entre las mesas buscando a Ron hasta que lo vio conversando animadamente con Neville y Víctor. Se acercó haciéndole una seña a Ron que se puso de pie y lo siguió. Caminaron por los jardines calmados, alejándose un poco del ruido de los invitados. Harry sentía que el corazón se le aceleraba a cada paso y las manos le sudaban. Cuando el ruido de la gente se convirtió en un lejano murmullo se detuvieron, cerca de una pileta que adornaba el enorme y hermoso jardín de los Greengrass.
— ¿Te he dicho ya que me alegra que estés aquí? —dijo Ron de pronto—. No sé qué habría hecho de no ser así.
—Merlín, Ron... yo tengo que confesarte algo —dijo Harry nervioso— y si no lo hago ahora no lo haré jamás. ¿Nunca te has preguntado dónde está ese valor Gryffindor cuándo lo necesitas? —Soltó una risita—. Bien, esto sin duda es de las cosas más idiotas que hice en mi vida y tú bien sabes que he metido la pata muchas veces...
— ¡Hey, Harry! —Interrumpió Ron visiblemente preocupado— ¿Qué pasa?
—Ron —contestó Harry tomando una bocanada de aire—. Te amo... te he amado por más de diez años, pero no estaba listo y tuve miedo, sigo teniendo miedo... y sé que esto es muy inoportuno, pero tengo que pedirte un favor enorme...
Ron lo miró desconcertado, tenía sus ojos enormemente abiertos; si Harry no hubiese estado tan concentrado en lo que intentaba decir quizás habría notado que el rostro de Ron más que emoción mostraba una confusión enorme.
—...elígeme a mí... cásate conmigo, deja que sea yo quien te haga feliz... esos son tres favores aparentemente —mencionó Harry con una risa nerviosa.
Lo siguiente sucedió muy rápido. Ron se quedó en silencio, intentando asimilar lo que acababa de oír y antes de que pudiese siquiera formular una respuesta tenía los labios de Harry sobre los suyos intentando abrirse camino. Fue un beso torpe y sin encanto. Harry había puesto sus manos sobre las mejillas de su amigo en un intento por no dejarlo escapar, con la esperanza de que aquel beso reviviese la vieja chispa de su relación adolescente. El problema es que en los pocos segundos que ese beso duró Harry no sintió nada... no hubieron fuegos artificiales, ni la sangre de su cuerpo se calentó y todo su nerviosismo pareció caer en una gélida calma. Sin embargo, Harry no tuvo tiempo de procesar esa información porque de pronto tenía a Ron separándose bruscamente de él y mirando espantado sobre su hombro antes de hacerlo a un lado y salir corriendo detrás de Daphne. Harry volteó sin entender bien que sucedía cuando la vio, su mirada llena de lágrimas y una expresión de dolor en el rostro, luego salió corriendo y Ron detrás de ella y Harry no tuvo mejor idea que unirse a esa carrera, cruzando lo más rápido que podían todo el jardín de la mansión.
Daphne entró casi tropezándose al saloncito de la mansión y cogiendo un enorme puñado de polvos flú entró a la chimenea bloqueándola apenas salió en su destino. Ron intentó seguirla por el mismo medio, había llegado a escuchar a dónde se dirigía pero cuando trató de entrar a la chimenea fue arrojado hacia el piso. Sin tiempo para buscar a Astoria o a cualquiera de los Greengrass para que abran la chimenea, Ron pensó en desaparecer, pero recordó que la mansión estaba llena de hechizo anti aparición y sabía que tendría que correr mucho para estar fuera de ellos, así que regresó sobre sus pasos en busca de una de las escobas del armario y cuando la tuvo salió corriendo. Harry llegó cuando Ron estaba saliendo de la mansión con la escoba y emprendía el vuelo, invocó una del armario y comenzó a seguirlo, se había cansado de llamarlo, pero Ron no volteaba a mirarlo.****
Draco se había quedado unos minutos en silencio luego de su conversación con Hermione, la bruja seguía sin ser de su agrado pero Draco no solía subestimar la inteligencia así viniese de alguien a quien había odiado tanto en el pasado.
Finalmente decidió que Hermione podía tener razón. Él mismo había apoyado la idea de que Harry fuese honesto y quizás era tiempo de que él hiciese lo mismo, a pesar del riesgo a que todo fuese demasiado incómodo después; sin embargo estaba completamente seguro de que la boda de Weasley se llevaría a cabo contra todo pronóstico y quizás si él estaba en el momento adecuado con las palabras correctas podría salir victorioso y de la mano de Harry, o al menos con su amistad intacta. Así que decidido se desapareció para dirigirse a Bond Street en Londres.
Aún tenía poco más de dos horas para llegar a la boda Weasley-Greengrass, boda a la que no había sido invitado pero tenía la tranquilidad de ser amigo de la familia y no ser inoportuno. Caminó tranquilo algunas calles hasta llegar a la tienda que estaba buscando. Había viajado a Londres sin equipaje pensando en volver ese mismo día y realmente había sido un error de su parte. Primero pensó en pasar por Madame Malkins pero hasta el momento había corrido con suerte y no le había llegado ninguna lechuza de su padre, lo que quería decir que seguía ignorando su presencia en el país y Draco esperaba que continuase así, por lo que decidió buscar un atuendo muggle, después de todo ya era más normal para él vestirse de esa forma que utilizar túnicas y además, si iba a ser rechazado por lo menos que fuese mientras vestía un Armani.
Estaba a punto de decidirse entre los tres trajes que la asistente de la tienda le estaba ofreciendo cuando su celular comenzó a sonar y por el timbrado supo que se trataba de Harry, suspiró y se disculpó con la encargada mientras se alejaba un poco en busca de privacidad antes de contestar.
—Hola Harry —contestó Draco.
— ¡Draco! —gritó el moreno—. Todo salió mal, ellos se amistaron, entonces yo hice lo que me dijiste, le dije la verdad y todo está mal ahora y no es justo.
— ¿Dónde estás? Se te escucha terrible —dijo Draco intentando escuchar a Harry a pesar de la interferencia en la llamada.
—Estoy volando hacia Londres, persigo a Ron lo más rápido que puedo.
— ¿Estás demente? ¿Cómo se te ocurre hablar mientras vuelas? ¿Por qué estás persiguiendo a la comadreja?
—Estoy con el audífono, Draco —contestó Harry para calmarlo mientras trataba de no perder de vista a Ron ¿desde cuándo su amigo volaba tan rápido?
—Demonios Harry, no entiendo nada.
—Es todo tu culpa, te hice caso y le dije la verdad y lo besé y ¡todo está mal¡
— ¿Lo besaste? —Casi gritó Draco sintiendo un nudo en el estómago—. ¿Qué pasó cuando lo besaste, te beso él también?
—Obviamente —dijo Harry—, estábamos labio con labio, sé perfectamente que eso es un beso.
—Pero... ¿Hubo emoción de parte de él? ¿Te correspondió el maldito beso? —Insistió Draco— No te estoy preguntando cómo hacer una poción así que no es tan difícil de contestar.
—Eso no importa —insistió el mago tratando de no pensar en la falta de emoción del beso que había desatado su actual persecución— además nos interrumpieron.
— ¿Quién?
—Daphne llegó cuando lo estaba besando y luego ella salió corriendo y Ron salió corriendo y ella se fue por chimenea, pero Ron la busca en una escoba y yo lo estoy siguiendo porque él no pudo contestarme —dijo Harry apresurando las palabras.
— ¿Weasley persigue a Daphne?
—Sí —gritó Harry comenzando a divisar la ciudad a lo lejos.
— ¿Y tú lo persigues a él?
— ¡Sí!
— ¿No te das cuenta de lo estúpido que es todo esto?
—Claro que es estúpido porque si Ron me hubiese contestado... —insistió Harry.
—Es estúpido porque nadie te persigue a ti —interrumpió Draco alterado—. Date cuenta por Merlín, él a quien ama es a Daphne.
— ¡No! —dijo Harry alterado también.
—Claro que sí, pero eres tan estúpido que no quieres aceptarlo —insistió el rubio—. Él no te quiere y joder Harry estás tan ciego que no te das cuenta...
— ¿De qué? —preguntó Harry— ¿De qué tengo que darme cuenta? Porque para mí todo está muy claro, Draco, yo...
—De que yo te perseguiría a ti... pero no te interesa —gritó Draco.
El corazón de Harry se detuvo un momento mientras su mente trataba de procesar las palabras de Draco, de pronto un escalofrío recorrió todo su cuerpo y algo parecía querer explotar en su interior.
—Draco... yo... —dijo suavemente.
—Olvídalo —contestó el rubio—. Harry la boda es en pocas horas, tienes una mínima oportunidad de hacer lo correcto, no la desperdicies.
Draco cortó la llamada y respiró hondo antes de volver a donde la encargada lo esperaba con los trajes y lo miraba con curiosidad. Tenía ganas de desaparecer de ahí pero la idea de aurores rodeando el lugar por exceso de magia sobre muggles no era demasiado atractiva. Así que optó por poner su mejor sonrisa y comprarse el maldito traje de todas formas.
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Cuatro Días
FanfictionHarry Potter es un escritor que vive en New York. Draco Malfoy es su editor. Su vida tranquila y alejada del mundo muggle que los vio crecer se verá afectada cuando el mejor amigo de Harry, Ron le informe que va a casarse con Daphne Greengrass. Harr...